Claridad Ángel Israel Rivera ¿Por qué no comenzar el 2009 con lo que no hicimos antes y que debimos haber hecho hace tiempo? Tanto el Partido Popular Democrático (PPD), en calidad de único partido electoral de minoría, como el independentismo en general, deben aprovechar la coyuntura del inicio de un nuevo cuatrienio bajo pleno dominio del Partido Nuevo Progresista (PNP) para hacer el trabajo que se debió hacer antes pero que no se ha hecho. Mientras el PNP se enreda en las mil complejidades de administrar el gobierno territorial, y se entretiene con el manejo y aprovechamiento del presupuesto colonial, el PPD y el movimiento independentista debieran dar prioridad a la educación del pueblo sobre la necesidad de la soberanía política para realmente tener en nuestras manos los instrumentos institucionales de poder que contribuyan efectivamente a resolver la crisis económica y establezcan estrategias de mediano y largo plazo, bien planificadas, de desarrollo económico sostenible que hagan viable, además, un nuevo “Proyecto de País”. El alto liderazgo del PPD debe aprender la lección que deja la debacle del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) y la disminución sensible de votos para su propio partido. El PPD no ha logrado un apoyo contundente entre su propia gente para el Proyecto de País y un nuevo ELA basado en la soberanía puertorriqueña porque ha transitado demasiado por las vías de la ambigüedad, de la falta de claridad y concreción en la propuesta, y por la ausencia de un proyecto masivo de educación política entre sus propios votantes. Nada de eso se atendió en el cuatrienio 2005-2008, aunque el programa del PPD para las elecciones de 2008 sí se refirió al Proyecto de País y aludió a la soberanía. La proximidad en las ideas de la base del PPD y de la base del independentismo es un fenómeno que se está desarrollando independientemente de que los líderes de uno u otro sector lo reconozcan o no. Es por eso que existe un gran potencial para crear una Alianza en pro de la “Soberanía en Asociación”. Lo primero que necesitamos construir es una diversidad de puentes oficiales de diálogo entre los soberanistas del PPD y los grupos independentistas. A pesar de todas las dubitaciones del alto liderato del PPD, es importante dar oportunidad a que el liderazgo de ese partido dé continuidad a la Asamblea Constitucional de Estatus, al Proyecto de País y a la búsqueda de una nueva asociación basada en la soberanía de Puerto Rico. La razón principal es que ese partido aglutina al grupo más numeroso de apoyo potencial a la libre asociación soberana. A pesar de todas las condiciones adversas a un triunfo electoral del PPD en 2008, más de un 40% del electorado que votó lo hizo por el PPD sin que fuera obstáculo el hecho de la inclusión en su programa de la Asamblea Constitucional de Estatus, la soberanía y la continuada asociación con Estados Unidos en un estatus no territorial. Mientras el PPD sostenga esos puntos claves, no debe importarnos mucho que dicho partido sea el único existente para propósitos de voto en las elecciones coloniales, frente a la opción estadista y neo-liberal del PNP. No parece muy prudente crear ya otros partidos electorales que vengan a restarle energías al proceso de educación y de organización que se requiere previamente para que cualquier institución política nueva pueda tener esperanzas de éxito. Si el PPD no coopera, construyamos entonces el nuevo partido para una alianza de centro-izquierda Claro está, si el PPD queda capturado por dirigentes que le den un giro hacia la derecha, abandonando la idea del Proyecto de País y de la asociación bajo condiciones de soberanía puertorriqueña, debe crearse entonces, sin dilación, una nueva entidad electoral que coloque en el centro de sus objetivos la Asamblea Constitucional, la Libre Asociación como solución de estatus y el “Proyecto de País” como un esfuerzo mucho más amplio, que logre transformaciones importantes en lo económico, lo social y lo cultural, además de en lo político. En esa eventualidad, a los líderes Libre Asociacionistas del PPD no les quedará más remedio que abandonar ese partido para sumarse a apoyar los esfuerzos de un nuevo partido con alto nivel de viabilidad. Nuestra historia demuestra que los nuevos partidos únicamente tienen éxito cuando los existentes sufren divisiones importantes. Así ocurrió cuando el entonces recién fundado PPD ganó por estrecho margen en 1940 y por una ventaja mucho más amplia en 1944. Para entonces, el Partido Liberal se dividió y también ocurrieron divisiones en la Unión Republicana y en el Partido Socialista. Ocurrió igualmente en el período 1967-1968 cuando el recién fundado PNP ganó parcialmente el control del gobierno en las elecciones de 1968 debido a la división en el PPD. El Partido Popular de hoy día no tiene mucho que buscar asumiendo posiciones inmovilistas, anexionistas ni neoliberales a ultranza, porque ese campo está ya ocupado por el PNP. Pero si, carentes de sabiduría, los líderes actuales del PPD movieran a ese partido en contra de la soberanía puertorriqueña, o abierta o solapadamente a favor de la estadidad, pues tanto peor para ellos y para el PPD. Tal circunstancia resultaría en una fractura fundamental, muy grande, del Partido Popular, lo cual daría base a que un nuevo partido Libre Asociacionista tuviera viabilidad. No hay duda de la necesidad que existe de llenar el vacío político que representa la ausencia de un partido político que claramente impulse la libre asociación como solución de estatus. No obstante, los inicios de 2009 aconsejan concentrar los esfuerzos en un proyecto que sea más bien de carácter educativo, porque es la educación política lo que más se necesita. Los puertorriqueños hemos sido demasiado dados en el pasado a la fundación grandilocuente y exhibicionista de grupos que, al fin y al cabo, no llegan muy lejos. La razón del impacto limitado que han tenido tales grupos o partidos es, en gran medida, que no se ha acometido la tarea más difícil de educar a nuestra gente de modo que el respaldo a sus ideas y propuestas fluya espontáneamente. La educación es esencial, sobre todo, en un primer momento. Luego, y sin abandonar el proceso continuo de educación, debe procederse, en un segundo momento, al proceso organizativo y, al final, ya más adelante, cuando los procesos sociopolíticos estén maduros y las condiciones del entorno sean las más propicias, pueden fundarse nuevas instituciones políticas o establecerse una alianza formal entre las instituciones, grupos o partidos existentes. Apresurar la fundación de un partido electoral ahora para apoyar el Proyecto de País y la Soberanía en Asociación, sin un proceso previo de educación política, significaría no haber aprendido de los errores del pasado. Sería equivalente a desatender la lección política que evidencia el descalabro del PIP, por ejemplo. La debacle electoral del PIP en 2004 y 2008, además de explicarse por otros factores, tiene entre sus causas fundamentales el abandono de dicho partido de dos tareas esenciales en todo movimiento político que comience en minoría pero que aspire a convertirse en mayoritario: (1) La educación política sobre la necesidad y viabilidad de su proyecto, y (2) Un proceso de organización de los educados y convencidos en grupos de acción en las comunidades locales a lo largo y ancho de todo el país, no para reunirse entre ellos mismos y darse consuelos mutuos, sino para establecer un diálogo continuado con personas de otras persuasiones políticas con el fin de convencerlas de la necesidad de ejercer plenamente la soberanía a la cual tenemos derecho. Se trata precisamente de dialogar con los no convencidos para demostrarles los beneficios que se obtendrán para todos. Al plantearse ahora, en forma novedosa, el objetivo de la plena soberanía sin eliminar la asociación con Estados Unidos, los no soberanistas estarán en una actitud más receptiva de atender el contenido de los argumentos a favor del Proyecto de País y de la Soberanía en Asociación. Es así porque sabrán que puede mantenerse mucho de lo que ellos perciben como “beneficios existentes” en la relación actual con Estados Unidos. Este tipo de mensaje tiene mayores posibilidades de convencimiento porque no se ve el ejercicio pleno de la soberanía puertorriqueña como una separación total frente a Estados Unidos y el llamado “primer mundo” de los países más desarrollados. Al contrario, la libre asociación permite la continuación de lo mejor de la actual relación con Estados Unidos y al mismo tiempo, la ampliación de nuestras relaciones económicas y comerciales a otros centros de desarrollo mundial como la Unión Europea y los países más dinámicos del Asia. Para quienes estamos ya convencidos de que la Alianza Soberanista es necesaria, administrar el gobierno territorial no puede ni debe ser prioridad. Dejarse captar por el sistema a base de disfrutar de una fracción del fondo electoral, aunque no se saquen muchos votos (el modelo PIP del partidito continuadamente marginal que funciona como el negocio privado de un grupito de líderes bien acomodados) tampoco puede ni debe ser una opción, si es que nos respetamos a nosotros mismos y deseamos que el Pueblo puertorriqueño nos respete. Por lo tanto, no es necesario crear ahora un partido o entidad electoral que drene nuestras energías antes de tiempo. Lo que sí necesitamos es crear entidades no partidistas que tengan como objetivo educar al Pueblo sobre por qué son necesarios la Soberanía en Asociación y el Proyecto de País. Por ejemplo, ha surgido recientemente un Comité Pro Descolonización que celebra el 31 de enero un primer seminario educativo abierto al público en la Escuela de Derecho de la Universidad Interamericana. Cumplida más adelante la función educativa en lo esencial será entonces el momento de organizar a la gente de modo que transitemos, por fin, hacia el otro Puerto Rico posible.
viernes, 30 de enero de 2009
domingo, 25 de enero de 2009
CARTA DE DERECHOS DE LOS ESTADOS UNIDOS
*Artículo Pimero El Congreso no hará ley alguna por la que adopte una religión como oficial del Estado o se prohíba practicarla libremente, o que coarte la libertad de palabra o de imprenta, el derecho del pueblo para reunirse pacíficamente y para p edir al gobierno la reparación de agravios. *Artículo Segundo Siendo necesaria una milicia bien ordenada para la seguridad de un Estado Libre, no se violará el derecho del pueblo de poseer y portar armas. *Artículo Tercero En tiempo de paz a ningún militar se le alojará en casa alguna sin el consentimiento del propietario; ni en tiempo de guerra, como no sea en la forma que prescriba la ley. *Artículo Cuarto El derecho de los habitantes de que sus personas, domicilios, papeles y efectos se hallen a salvo de pesquisas y aprehensiones arbitrarias, será inviolable, y no se expedirán al efecto mandamientos que no se apoyen en un motivo verosímil , estén corroborados mediante juramento o protesta y describan con particularidad el lugar que deba ser registrado y las personas o cosas que han de ser detenidas o embargadas. *Artículo Quinto Nadie estará obligado a responder de un delito castigado con la pena capital o con otra infamante si un gran jurado no lo denuncia o acusa, a excepción de los casos que se presenten en las fuerzas de mar o tierra o en la milicia nacional cuan do se encuentre en servicio efectivo en tiempo de guerra o peligro público; tampoco se pondrá a persona alguna dos veces en peligro de perder la vida o algún miembro con motivo del mismo delito; ni se le compelerá a declarar contra s 237; misma en ningún juicio criminal; ni se le privará de la vida, la libertad o la propiedad sin el debido proceso legal; ni se ocupará la propiedad privada para uso público sin una justa indemnización. *Artículo Sexto En toda causa criminal, el acusado gozará del derecho de ser juzgado rápidamente y en público por un jurado imparcial del distrito y Estado en que el delito se haya cometido, Distrito que deberá haber sido determinado previamente po r la ley; así como de que se le haga saber la naturaleza y causa de la acusación, de que se le caree con los testigos que depongan en su contra, de que se obligue a comparecer a los testigos que le favorezcan y de contar con la ayuda de un aboga do que le defienda. *Artículo Séptimo El derecho a que se ventilen ante un jurado los juicios sujetos al "Common Law" en que el valor que se controvierta exceda de 20 dólares, será garantizado, y ningún hecho de que haya conocido un jurado será objeto de nuevo examen en tribunal alguno de los Estados Unidos, como no sea con arreglo a las normas del "Common Law". *Artículo Octavo No se exigirán fianzas excesivas, ni se impondrán multas excesivas, ni se infligirán penas crueles y desusadas. *Artículo Noveno No por el hecho de que la Constitución enumera ciertos derechos ha de entenderse que niega o menosprecia otros que retiene el pueblo. *Artículo Decimo Los poderes que la Constitución no delega a los Estados Unidos ni prohíbe a los Estados, quedan reservados a los Estados respectivamente o al pueblo.
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jueves, 22 de enero de 2009
Un nuevo EEUU
El Vocero Juan M. García Passalacqua 22 de enero de 2009 El martes 20 de enero, comenzó una nueva historia para los Estados Unidos de América y para nosotros. ¿Qué nos espera a los 8 millones de puertorriqueños con estos nuevos USA? Nuestra afirmación nacional. En este cuatrienio se hace viable —un Estado hispano. Las elecciones allá el 4 de noviembre de 2008 cambiaron la naturaleza de un país entero. Muchas han sido las explicaciones ofrecidas. Les relataré algunas y añadiré la mía. Los profesores Larry M. Bartels y Thomas Frank habían presagiado en dos libros lo que venía. Larry Bartels había criticado la existencia de una “democracia desigual” y Thomas Frank había presagiado “el gran azote” de la clase trabajadora contra la clase dominante estadounidense. Yo creo que lo que ocurrió el 4 de noviembre y empezó el 20 de enero, es una revolución étnica. Y es mucho más que esa lucha. Por primera vez en medio siglo, un sector poblacional antes frío se volcó en las urnas. El 61% de los votantes elegibles votaron y el 53% de ellos eligió al afroamericano Barack Obama. Ahora, entre 2009-2012 el presidente Barack Obama podría crear una nación diversa e igualitaria. Esos dos principios son de enorme importancia para los 8 millones de puertorriqueños, pues en los últimos 100 años como colonia de los otros Estados Unidos por el contrario, ni se ha reconocido nuestra diversidad ni se nos ha ofrecido la igualdad. El impedimento principal que subsiste aún ahora es que una tercera parte del electorado estadounidense está compuesto de blancos que nunca llegaron a estudiar en una universidad, y entre ellos y ellas, el voto contra Obama —contra la diversidad y la igualdad— fue de 6 a 4. En mi teoría, la cuestión que surge ahora con enorme fuerza en los nuevos USA es —el culturalismo. Los estadounidenses, que nunca se han entendido muy bien a ellos mismos, quieren creer que el triunfo del primer Presidente afroamericano que tomó posesión esta semana se debió a una protesta contra la crisis económica por la que atravesaba su nación. Otros, lo adjudican a la brillante campaña electoral de Obama utilizando al máximo los nuevos medios como el Internet. Otros, a que no hizo énfasis en su negritud. Otros, a un tránsito generacional en que el voto joven que se insertó en millones en el proceso electoral no tiene recuerdos del racismo, de Vietnam, o de Watergate. Otros, a que los estadounidenses votaron en contra de la peor administración en su historia. Ellos no entienden lo que les pasó. Se repudió la supremacía racial de los anglosajones. Todos los que he leído coinciden en que comienza una nueva era. Pero ¿cuál? La clave es que se ha reconfigurado el entendimiento cultural de los estadounidenses de ellos mismos. En adelante, los criterios culturales serán el respeto a la diversidad y la oportunidad de la igualdad. ¿Cómo y por qué ha ocurrido una transformación tan enorme? Ellos tampoco entienden. En el periódico liberal The Washington Post, dos analistas, una afroamericana y otra latina, escribieron criticando la existencia del fenómeno que yo sostengo pero con el que ellas difieren. Krissah Williams se niega a reconocer que han surgido unos Estados Unidos post-raciales porque no entiende que aunque ha ocurrido la conversión post-racial no se ha producido ni se producirá la post-etnicidad. Ella no entiende la distinción entre las dos, y cree que son la misma cosa. En contrario, yo —desde mi perspectiva como nacional puertorriqueño— debo indicar que hasta ahora la etnicidad se malentendió allá como cuestión del color de la piel, pero en adelante tendrá un contenido mucho más certero. Una etnia es una nación cultural. La lucha que se ganó en los nuevos USA no tiene carácter económico sino cultural. La clase social en Estados Unidos se define (no como Karl Marx hubiese predicho por razones económicas no) sino —culturales. En ese nuevo contexto es que se insertan en el debate nacional de ellos lo que allá se han dado por llamar “latinos”, y entre ellos nosotros los boricuas. Marie Arana, una editora peruano-americana, inicia su análisis señalando un dato clave. Los estadounidenses (asediados aún por lo que se ha llamado muy apropiadamente su “pecado original” de la esclavitud negra) no han entendido aún que su nuevo presidente Barack Obama no es un negro, sino un mulato, hijo de una blanca y un africano. El mulataje (tan nuestro y claro para nosotros los boricuas desde los tiempos de España) es un concepto ajeno al estadounidense promedio. Para los no educados allá, uno o es negro o es blanco, y nada más. No entienden nada. Arana, con la sapiencia que le da su extracción hispana, les explica correctamente que Obama no es el primer presidente negro, sino el primer presidente —bi-cultural. La distinción es clave, y coincido. Su ascenso no puede entenderse como un triunfo para los negros solamente, sino mucho más allá, como una transformación de la mentalidad nacional con enormes consecuencias y ramificaciones. Dice ella, y coincido, que nadie lo puede entender mejor que un hispano. ¿Por qué? Porque a lo que los estadounidenses llaman con su simplismo eterno “latinos” somos una mezcla de indo-europeos, africanos, árabes, asiáticos y nativos de América. Somos, en la histórica frase de Barack Obama en la campaña (sobre el perro que quiere para sus hijas) “satos como yo”. Yo lo he sabido desde que nuestro excelso autor José Luis González nos lo enseñó a todos cuando vivió, y a quien rindo homenaje hoy aquí en este momento histórico. “Latino”, explica Arana y coincido, no es una categoría racial sino étnica, y usa para definir el concepto una de nuestras frases populares más celebradas: “con mancha de plátano”. Critica los censos oficiales estadounidenses que nos han clasificado de varias maneras a través de los años, sin entendernos. Cita al autor Gregory Rodríguez sobre “el ascenso de los mestizos”, y condena que los estadounidenses siempre reduciéndonos, hayan tardado tanto en entendernos. Antier, para este viejo analista político, significó una cosa sobre todas las otras. Es si luego del triunfo del anexionismo aquí con el mismo margen de 53% de Obama y una ventaja aquí de 250,000 votos, los nuevos Estados Unidos podrán entender y admitir a un Estado hispano.
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martes, 20 de enero de 2009
Reclamo Estadista
The Associated Press SAN JUAN - La ex representante novoprogresista Melinda Romero creó hoy un grupo de cabildeo que trabajará, junto al sector que promueve la estadidad para Washington DC, para conseguir la anexión de la isla y esa ciudad estadounidense. Según Romero, quien interesa ocupar el escaño senatorial que dejó vacante el ex senador Jorge de Castro Font, la llegada del presidente Barack Obama a la Casa Blanca representa una oportunidad para que tanto la capital federal como Puerto Rico se conviertan en estados. “Hoy (martes) inicia un nuevo presidente que pudiera favorecer con un Congreso demócrata que Washington DC se convierta en estado. Es por ello que nosotros necesitamos movernos para, no tan sólo hablar, sino actuar a favor de la estadidad” para Puerto Rico, indicó en un parte de prensa. “El que se discuta el tema de (Washington) DC nos ayuda a nosotros, y por eso nos uniremos a esa causa para llevar de la mano nuestra petición de estadidad”, agregó Romero, quien llamó al grupo de cabildeo Acción Estadista Ahora. Romero indicó que el Partido Nuevo Progresista no debe olvidar que su fin último es conseguir la estadidad. “Eso es lo que nos debe mover”, destacó. Romero acompañó su comunicado de prensa con una fotografía en la que aparece una pancarta, pegada amarrada a una señal de tránsito, en la que se lee la frase “Yes we can! DC Statehood Now!” (“¡Sí podemos! ¡Estadidad para DC ahora!”).
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D.C. voting rights, still a faraway goal
Politico.com By STEPHEN HAGENBUCH | 1/20/09 D.C. residents should be ready to retire those “Taxation Without Representation” license plates, with a supportive president and a Democratic Congress already scheduling a hearing about granting the District voting rights in Congress. So why are so many advocates wringing their hands? The reality is that even if the stars are aligned in Congress, lawsuits are already being prepared on both sides of the debate, constitutional scholars are casting skepticism on the proposal, and a strict legal interpretation by a right-leaning Supreme Court could doom the entire effort. “We are getting ready for the possibility of a lawsuit,” said Ilir Zherka, executive director of D.C. Vote, which has led the fight to grant the District a vote in the House. “We will be prepared to fight that fight in the courts, because we believe it is constitutional.” And constitutional lawyers are girding to fight the other side. “The text and the history of the Constitution make that proposal basically unconstitutional,” George Washington University Law School professor Jonathan Turley told Politico. Turley has testified in congressional hearings in opposition to the voting rights bill. Turley’s argument against D.C. voting representation comes straight from the Constitution, which says representatives are “apportioned among the several states ... counting the whole number of persons in each state.” “State,” of course, being the key word. The debate has launched a wide range of creative options for overcoming the political and constitutional resistance to the D.C. congressional vote. The most straightforward legislation, co-sponsored by Barack Obama when he was a senator, would give D.C. and Utah one seat each in the House, so neither party would receive a net gain in partisan representation. This legislation passed the House 241-177 in April 2007 but received 57 votes in the Senate — three short of breaking a filibuster and far too few to override President George W. Bush’s promised veto. The House Judiciary Constitution subcommittee has already scheduled a Jan. 27 hearing on the bill, and with at least 58 Democratic senators, the bill has a much better shot in the 111th Congress. Obama supports D.C. voting rights, but on Thursday he said the proposal would inject a “partisan flavor” and that “right now, I think our legislative agenda’s chock full,” causing some supporters to worry it might not be a priority for his administration. And even if he does eventually sign a bill, legal challenges would begin immediately. “If Congress begins to create new types of voting members other than states, it could do great mischief in the future,” Turley said. “Under that power, they could create 20 seats for military areas. Or they could give 10 seats to Puerto Rico. Once Congress allows itself the right to create nonstate members, it’s a very dangerous and destabilizing act.” That’s why Turley supports “retrocession,” returning the District’s territory to Maryland, as Arlington was returned to Virginia in 1847. This would sidestep the problem of giving a nonstate congressional representation. Supporters counter that the Obama-backed bill is constitutional under the clause giving Congress the power of “exclusive legislation” over the District. “We think we have a very strong case to make,” Zherka said. But if this proposal is overturned, countless others are waiting in the wings. Rep. Dana Rohrabacher (R-Calif.) is ready to make D.C. part of Maryland — but only for electoral purposes. His bill would give District residents full voting rights for House, Senate and presidential elections in Maryland. The District would keep its local government and congressional oversight, but it would lose its three Electoral College votes in exchange for voting for president as Maryland residents. “We believe our approach is constitutional, because its goes through a state,” said Rohrabacher’s chief of staff, Rick Dykema. He said the bill is analogous to laws governing overseas voters, who, under federal law, must be allowed to vote in federal elections in the state they last lived in. The proposal “potentially could increase the power of D.C. voters” in the presidential race, because D.C. would be voting for a slate of 10 electors, not just their current three, Dykema said. The bill would also give D.C. a voice in the Senate election; the previously passed bill does not. “We don’t expect that the majority is going to prefer our approach, ... even though it would benefit the residents of the District of Columbia by giving them full representation,” he said. “If the Supreme Court determines [the law] is unconstitutional, we would think that people would need to take a look again at our approach, and we certainly will be talking about our approach” during debate on the bill. While Rohrabacher’s proposal is crafted from the right, D.C. activists on the left are ready with their own counterproposal. Vikram Surya, founder of DC Represent, says he has an approach more akin to Obama’s “no-drama” approach to change. His group proposes to change federal, D.C. and Maryland law to permit D.C. residents to be counted as Maryland residents for the purposes of voting in House and Senate races. The District would retain its three Electoral College votes, unlike in Rohrabacher’s approach. “Sometimes people might get attached to their solution,” Surya said of D.C. voting rights activists. But because the proposal does not affect local or presidential elections, Surya said, it “doesn’t get into any turf battles — only on the turf of people that have been advocating around this issue a long time, because they’ve got their vested interests in a specific approach.” But Zherka said the logistics of congressional district sizes make these proposals problematic. “D.C.’s population is not as large as congressional districts within a state,” he said. “You would have to redistrict the city so that the city has ... residents from Maryland, or break up into different congressional districts within Maryland.” He said that a proposal like Surya’s or Rohrabacher’s is “not one that we’ve seriously contemplated, and not a viable option.”
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jueves, 15 de enero de 2009
compromiso de resolver el problema colonial
vocero.com Ricardo Rossello A los que digan que el problema del estatus de Puerto Rico no le importa a nadie fuera de Puerto Rico, les presento al joven Emanuel Pleitez, candidato al escaño vacante de Hilda Solís en el Distrito 32 de California. He tenido el privilegio de conversar varias veces con mi amigo Emanuel sobre la situación colonial de Puerto Rico. Su profundidad y conocimiento del tema me sorprendió muchísimo, y su conclusión es concreta y visionaria: "Entiendo que uno de los asuntos de derechos civiles más significativos de nuestra generación es resolver el problema del estatus de Puerto Rico, con soluciones no territoriales y no coloniales. Sólo así podremos darles a nuestros hermanos puertorriqueños el apoyo necesario que se merecen como ciudadanos americanos de primera clase," expresó Pleitez. Como joven de descendencia mexicana, Emanuel Pleitez cita al legendario líder de los derechos civiles, César Chávez, quien dijo: "Tal vez, algún día, podremos ver el momento cuando nuestros niños aprendan a dar su vida por la liberación de sus hermanos que sufren… Esto no pasará a menos que no decidamos utilizar nuestras propias vidas para demostrar el camino." Emanuel explica que "a pesar de todas las contribuciones que Puerto Rico le ha brindado a la democracia más exitosa del mundo, los 4 millones de ciudadanos americanos residentes en Puerto Rico no tienen representación al nivel más alto de su gobierno. " Emanuel representa una generación de ciudadanos en Estados Unidos que entiende lo que es luchar por los derechos civiles, y que está consciente del déficit de estos derechos civiles en Puerto Rico por su estatus colonial. MY COMMITMENT TO THE PEOPLE OF PUERTO RICO I am committed to protecting and advocating for the civil rights of all Americans. As the legendary civil rights leader Cesar Chavez once said: “Perhaps we can bring the day when children will learn… to give one's life to the liberation of the brother who suffers… It won't happen unless we decide to use our lives to show the way.” I believe that one of the most pressing civil rights issues of our generation is resolving Puerto Rico’s status issue by means of non territorial, non colonial solutions and providing our Puerto Rican brethren with the appropriate programs they need to lift themselves out of poverty. The United States acquired Puerto Rico in war from Spain in 1898. While our country has granted American citizenship to Puerto Ricans since 1917 and self-government on local affairs, Puerto Rico remains an unincorporated territory of the United States and its ultimate political status remains undetermined. Puerto Ricans want someone who will exercise leadership to finally resolve the question of the islands’ ultimate political status. Puerto Ricans have made important cultural and economic contributions to our nation. They have also proudly and bravely served in the United States military. Many have made the ultimate sacrifice to preserve our freedom, secure peace, and bring liberty and justice around the world. Puerto Ricans in uniform have sustained higher per capita service-connected disabilities than citizens of the States. Despite these enormous contributions to the world’s greatest democracy, however, the Commonwealth of Puerto Rico’s 3.9 million residents do not have voting representation in the government that makes their national laws. All of Puerto Rico’s political parties are based on visions of a governing arrangement that provides for democratically determined and implemented national laws but the parties are divided on what the options are. The issue of Puerto Rico’s ultimate status also raises questions of what economic and social policies are appropriate for the Commonwealth. Additionally, Puerto Rico’s territorial status permits the Commonwealth to be treated differently than the States in federal and congressional programs – mostly to the detriment of its people. Partly as a result, Puerto Ricans on the islands are treated as second-class citizens with half of the population living below the federal poverty level. At the same time, the unemployment rate is twice that of the nation as a whole. This has forced many Puerto Ricans to move to the States to meet basic human needs and obtain greater opportunities. As Congressman, I will work to rectify the injustices presented by the current status of Puerto Rico and to improve the quality of life for its residents by: 1. Resolving the question of Puerto Rico’s ultimate status 2. Striving for equality for Puerto Ricans through congressional legislation I will work with Congress to resolve the question of Puerto Rico’s ultimate status by: * Seeking funding for an objective public education campaign on the constitutionally viable status options – national sovereignty, either fully independent from or in a free association with the United States, or to join the Union as a State – and making such information available to the Puerto Rican people * Working with my Congressional peers to introduce legislation for a congressional referendum that would allow Puerto Ricans to choose among the aforementioned constitutionally viable status options; self-determination cannot produce the change in status Puerto Ricans desire in the absence of a congressional mandate * If a Puerto Rican majority chooses one of the aforementioned options for a new status, I will prioritize working with Congress to implement the choice of the Puerto Rican people Following the lead of President-Elect Barack Obama who recently pledged to make sure the islands are an integral part of our nation’s economic recovery plan, I will work to meet the needs of the many Puerto Ricans who have not been adequately helped by the economic policies of the past. I will also work with Congress to develop new sustainable economic development proposals that create jobs and accelerate economic growth on the islands, while striving for equality in federal and congressional assistance programs. As Cesar Chavez once said: “It is not enough to progress as individuals while our friends and neighbors are left behind.” Puerto Ricans are our friends and neighbors, and sadly they have little influence over their political and economic destiny. As Congressman, I will make sure that our Puerto Rican brethren have a friend in Washington, D.C. who is willing to represent and fight for their interests. Emanuel Pleitez Candidate for the 32nd Congressional District in California
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martes, 13 de enero de 2009
Juez emplaza a Justicia federal
El Nuevo Dia Miguel Díaz Román El juez federal Gustavo Gelpí le ordenó al Secretario de Justicia de Estados Unidos que explique las disposiciones legales que respaldan la aplicación del Medicaid en Puerto Rico. Gelpí sostuvo que Justicia tiene hasta el 15 de marzo para ofrecer su explicación, la cual está relacionada con un caso en el que 16 centros de salud que proveen servicios a pacientes de Medicaid demandaron al Departamento de Salud local en la corte federal. Los centros de salud, entre los que figura el Consejo de Salud Playa de Ponce, le reclaman a Salud local el pago de subsidios especiales para complementar sus gastos. El juez también anunció que la corte contratará un perito para determinar el pago que deberá realizar el gobierno local a los 16 centros de salud. Gelpí dispuso que el Secretario de Justicia deberá determinar si la cláusula de gasto federal aplica en Puerto Rico y bajo qué bases legales. Esta cláusula implica que al recibir fondos federales los estados renuncian a la inmunidad legal para ser demandados. Gelpí también requirió que se le indique que “asumiendo que la cláusula de gasto aplique en Puerto Rico, si las obligaciones de pago estatutarias del Medicaid, en conjunción con el límite de fondos que se pueden recibir, violan alguna provisión constitucional”. A su vez, exigió que el Secretario de Justicia federal explique “qué remedio apropiado debe aplicarse en caso de que se viole la cláusula de gasto”. Puerto Rico recibe sólo $300 millones del Medicaid, mientras que los estados reciben cerca de $2,000 millones. Incluso, el gobierno local está obligado a operar bajo una disposición del Medicaid que le exige pagar el 88% de los gastos del programa, mientras que sólo recibe 12% en fondos federales. “Bajo estas circunstancias un Secretario de Salud local razonable no hubiera aceptado los fondos del Medicaid para Puerto Rico en conocimiento de que la Isla, a diferencia de un estado, por 40 años ha tenido que cumplir con las obligaciones del pago del Medicaid sin recibir los adecuados fondos federales”, dijo el juez Gelpí.
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Obama vows to solve Puerto Rico's status
Orlando Sentinel Jeannette Rivera-lyles January 13, 2009 It's a 110-year-old dilemma that Congress has never committed to solve: Puerto Rico's ambiguous political relationship with the U.S. President-elect Barack Obama has vowed to turn this around. In a letter sent earlier this month to newly elected Puerto Rican Gov. Luis Fortu�o, Obama pledged to "enable the question of Puerto Rico's status to be resolved" during his first term. "We have set out an ambitious agenda for Puerto Rico over the next four years," Obama wrote. "It will not be easy to accomplish. But we cannot sit back and wait for someone else, at some other time, to do something about it." Puerto Rico became a U.S. territory in 1898, when it was invaded by American ships during the Spanish-American war. In 1917, Puerto Ricans were granted American citizenship, but the relationship between Washington and San Juan was rooted in colonialism. In 1952, Congress authorized Puerto Rico to develop its own constitution, but the U.S. federal government can overrule it. Puerto Ricans have voted in three different referendums on their political status, but these have amounted to little more than opinion surveys because Congress wasn't bound by them. Obama's pledge was well-received in Puerto Rico, where his letter was read by an envoy during Fortu�o's Jan. 2 inauguration. "That [letter] prompted a standing ovation," said Orange County commissioner Mildred Fern�ndez, who attended the inauguration. "The place exploded. A commitment like this is long overdue." Some are taking Obama's four-year deadline with a grain of salt, given a political landscape in which the economy and two wars are likely to get priority. "In terms of starting the process, it is viable and it is necessary [within the four-year term]," said Dr. Hern�n Padilla, a political analyst and former mayor of San Juan. "But the things that need to be done will take some time. The fact is that the priority of the nation right now -- and that of Puerto Rico -- is to pull out of a recession." A bill that would commit Congress to implement the results of a voter referendum would have to be hammered out first. The choices could be statehood, independence and even the current commonwealth status or some modification of it. Pedro Pierluisi, Puerto Rico's nonvoting representative in Congress, thinks Obama's self-imposed four-year deadline is achievable. "I'm giving myself and the Democratic leadership in Congress two years to come up with a law enabling the referendum," Pierluisi said. ". . . We could have a referendum as soon as the year 2010. Congress will be bound by its results, and we would have solved the problem."
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Puerto Rico y sus circunstancias
MAURICE FERRE
Me sorprendió la columna del hábil periodista Daniel Morcate, ''El mago de Puerto Rico'' del 8 de enero. Morcate es muy conocedor de Puerto Rico y escribe sobre la isla con simpatía y cariño. Escribió Morcate referente al gobernador de Puerto Rico y la expectativa de sus copartidarios ''conservadores políticos'' de la isla como sobre optimistas, dependiendo demasiado de las promesas que hiciera Obama a Puerto Rico. Para que Obama y el gobernador Luis Fortuño cumplan esas promesas electorales les aguarda una tarea de Superman, asevera Morcate. Y concluye que los puertorriqueños buscan una supervivencia decorosa y no un ''gran destino''. No podría yo estar más en desacuerdo.
Puerto Rico es una dependencia económica de Washington, aún más que Cuba fue una dependencia de la Unión Soviética y ahora Venezuela. Puerto Rico recibe $25 billones de Washington anualmente, de los cuales $7 billones son subsidios. Puerto Rico no paga impuestos sobre ganancias al IRS federal, sin embargo participa en la redistribución del income tax returns (más de $1 billón en el 2008). Ahora el gobierno de Fortuño pide paridad en toda distribución federal, igual que los 50 estados, pero sin Puerto Rico pagar impuestos federales.
El gobernador Luis Fortuño, el comisionado residente Pedro Pierluisi y todo el equipo de gobierno de Puerto Rico han puesto la paridad federal como prioridad y la causa de la estadidad en segundo plano. Eso ni es supervivencia ni es decorosa.
Puerto Rico tiene una población algo por encima de 3.9 millones (hay 4.2 millones de puertorriqueños residiendo en los 50 estados). De esta población hay casi 2 millones en la isla que reciben algún subsidio federal. Hay 1.3 millones en la isla que trabajan, el 36% del total, una de las proporciones más bajas del mundo. De ellos, casi una tercera parte lo hace para el gobierno. Ni en China comunista esa proporción es tan alta.
El presupuesto actual de Puerto Rico arroja $3.2 billones de déficit. De los $64 billones que debe el gobierno, más de $18 billones fue por coger fiao en el pasado para cubrir los déficits presupuestarios de los últimos diez años.
Es comprensible la posición de Fortuño y Morcate. Ante tanta necesidad es necesario buscar soluciones financieras viables. Pero la solución no está en el continuismo. Sólo hay dos salidas para Puerto Rico: la independencia, bien sea como república o como estado soberano asociado a EEUU, o como el estado 51.
Por los últimos 30 años Puerto Rico ha estado dividido, 46% por el Estado Libre Asociado y 46% a favor de la estadidad. Ahora las encuestas ponen la estadidad por encima del 60% y creciendo. En noviembre del 2008 los estadistas (PNP) barrieron. Desde 1964 no se había visto una victoria tan contundente. Con más de un millón de votos PNP, los estadistas barrieron la gobernación y las dos cámaras legislativas con mayorías absolutas y 58 de los 87 municipios de la isla.
El padre del Estado Libre Asociado, don Luis Muñoz Marín, a principio de su carrera política era independentista y socialista. Terminó como un hombre de centroderecha y a favor de la unión permanente de Puerto Rico con EEUU. Varió sus creencias por el bien pragmático de Puerto Rico. La ironía de ese cambio de dirección política fue que Muñoz creó unas circunstancias insostenibles, las que hoy sufre Puerto Rico.
Una de mis referencias literarias preferidas es la deOrtega y Gasset sobre el hombre y su circunstancia. A Fortuño las circunstancias lo llevan por un camino pragmático similar al de Muñoz. La necesidad lleva al gobierno de Puerto Rico a buscar una solución financiera para salir del atolladero, con fondos federales de Washington. Esto atrasa el movimiento hacia la estadidad federada porque distrae, debilita la resolución y le da excusas a Washington para no confrontar el hueso más duro de roer, el estatus político de Puerto Rico.
Es cierto, Puerto Rico tiene el más alto ingreso per cápita de América Latina, pero esa cifra es la mitad de lo que gana un estadounidense de Mississippi, el estado más pobre de EEUU. Evidentemente los puertorriqueños han decidido votar con los pies (mudándose a Florida y Nueva York) o, los que se quedan en Puerto Rico, votando a favor de la estadidad federada. Es decir, prefieren la condición de Mississippi, que emular a la de República Dominicana, Cuba, Venezuela o las otras repúblicas de América Latina.
Por último, queda lo del mago. Precisamente fue Ortega y Gasset el que también escribió sobre las creencias de los pueblos, a diferencia de las ideas. Las ideas se debaten, se imponen, evolucionan, cambian. Las ideas son; en las creencias se está, dijo Ortega y Gasset. El sistema norteamericano se formuló mayormente a través de las ideas, aunque influyeron creencias. Son las ideas que han evolucionado y hoy forman parte integral de cómo funciona EEUU. Entre esas ideas importantes, en el sistema anglosajón, está la dependencia de las instituciones.
Nosotros, los americanos de habla hispana, dependemos más de nuestras creencias. Aquí entra la cultura: la música, la poesía, nuestra comida y forma bondadosa de gozar la vida. Son fuertes nuestras creencias. Entre otras características nuestras está creer en los superhombres y no en las instituciones. Algunos buenos y otros malos, pero son hombres y no instituciones en donde nos refugiamos y con quienes buscamos soluciones. Muñoz Marín fue el mago de Puerto Rico en su tiempo. Un hombre de gran talento, dedicación y esmero, honradez y visión; un poeta cuya metáfora hipnotizó a Puerto Rico por 40 años. Pero, como hoy vemos, ese sueño no se realizó.
Lo que esperamos de los gobiernos de Obama y Fortuño no es la magia, sino la evolución de la voluntad de los gobernados. El pueblo de Puerto Rico lo que quiere es la soberanía que nos dará la estrella número 51 de la bandera estadounidense. Esa sí será supervivencia decorosa.
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lunes, 12 de enero de 2009
Niegan vínculo con plan en contra de Chávez (Updated 25- 1 - 09)
El Nuevo Dia José A. Delgado WASHINGTON - John Caulfield, el actual responsable de la Embajada de Estados Unidos en Caracas y ahora bajo la mirilla del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, estuvo en San Juan del 6 al 11 de enero. La portavoz de la embajada estadounidense, Robin Holzhauer, confirmó ayer que la razón principal para su viaje fue una boda a la que asistió en Puerto Rico el pasado sábado. No precisó de quién fue la boda ni dónde se celebró. “Estuvo también unos días de vacaciones”, indicó Holzhauer, al rechazar que haya tenido reuniones destinadas a coordinar una estrategia en contra del referendo constitucional que convocará el presidente Chávez con el propósito de eliminar la prohibición a que un jefe de Estado en Venezuela pueda ser reelegido indefinidamente. En su primera presentación de 2009 de su programa “Aló, Presidente”, Chávez expresó su preocupación de que Caulfield pueda haber viajado a San Juan con la intención de discutir -con asesores estadounidenses- iniciativas relacionadas al referendo que promueve para quitarle las limitaciones de término al período presidencial. Chávez advirtió que si corrobora que Caulfield tuvo reuniones en Puerto Rico para coordinar la oposición a la consulta, le echará de su país. “No tengo la prueba todavía, ojalá la tenga”, indicó el presidente venezolano, quien en septiembre pasado expulsó al embajador estadounidense, Patrick Duddy, y retiró al suyo de Washington, Bernardo Álvarez Herrera, en solidaridad con el gobierno de Bolivia. Para la portavoz del Gobierno estadounidense, las alegaciones de Chávez son un intento por evitar que los venezolanos se concentren en los problemas a que se enfrenta su país. Descartó, además, que Caulfield haya tenido reuniones con el gobierno de Luis Fortuño. Pero, las alegaciones de Chávez de que Estados Unidos pudo haber utilizado a Puerto Rico como plataforma para conspirar en su contra es una posibilidad que no puede descartarse, según críticos de la política estadounidense en torno a Venezuela. “Lo importante no es que haya sido o no en Puerto Rico. Lo preocupante sería que hubiese ocurrido”, dijo ayer el congresista demócrata José Serrano (Nueva York), quien sostiene que no se le olvida que se encontraron las “huellas” de Estados Unidos durante el intento de derrocamiento en contra de Chávez del 11 de abril de 2002. Serrano se expresó confiado en que Fortuño no esté vinculado a la visita de Caulfield a San Juan. “Siempre me ha preocupado” el antichavismo de Fortuño, sostuvo el congresista. Mientras, el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH) afirmó que si se comprueba alguna reunión del encargado de la embajada de Estados Unidos en Caracas con la intención de conspirar en contra de Chávez, éste debe ser expulsado. --------------------------------------------------------------------------------- Fiscalía pedirá a Puerto Rico datos sobre supuesta reunión EFE - La fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega, informó hoy que tramita una "rogatoria" a Puerto Rico para recabar datos sobre una presunta reunión entre opositores venezolanos y funcionarios de EE.UU en un supuesto complot contra el Gobierno de Hugo Chávez. Ortega agregó que la próxima semana citará ante el ministerio Público "en calidad de testigos a algunos de los ciudadanos que estuvieron presentes en dicha reunión, a los fines de que aporten detalles sobre el encuentro", según un comunicado oficial. La fiscal general afirmó que "se está tramitando una carta rogatoria con el Gobierno de Puerto Rico por la presunta reunión", cuya celebración en un "hotel" de San Juan fue denunciada por el propio presidente venezolano. El pasado 10 de enero, Chávez amenazó con expulsar a un funcionario de la embajada de Estados Unidos en Caracas, al que nunca identificó, si comprobaba que participó en el supuesto encuentro en Puerto Rico. Según Chávez, la reunión sirvió para que sus adversarios recibieran instrucciones estadounidenses para la campaña contra la enmienda constitucional que impulsa, con el fin de eliminar los límites a la reelección y poder optar en 2012, por tercera vez consecutiva, a la ratificación en la presidencia. "Si la comprobara (la participación del funcionario diplomático estadounidense) lo echaríamos del país por inmiscuirse en asuntos internos", dijo Chávez el pasado 10 de enero en un acto oficial. El encargado de negocios de la embajada de Estados Unidos en Venezuela, John Caulfield, reconoció que viajó a Puerto Rico pero negó que haya participado en un presunto "complot" contra el Gobierno venezolano. Caulfield dijo que asistió en Puerto Rico "al casamiento de unos amigos", y así lo notificó a la Cancillería de Venezuela, en concordancia con las normas diplomáticas. Chávez dijo que al supuesto cónclave en Puerto Rico asistieron "tres secretarios de unos partidos" opositores y "el director de una televisión privada", sin identificarlos, para recibir líneas de "asesores estadounidenses" para promover el "no" a la enmienda, que será sometida a referendo el próximo 15 de febrero. La fiscal general sostuvo hoy que "a la luz de la ley venezolana, incurre en un delito cualquiera que se reúna en un país o República extranjera para atentar contra la integridad del territorio o contra las instituciones republicana".
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domingo, 11 de enero de 2009
Chávez: algún día habrá que liberar a Puerto Rico para que sea una república libre
CARACAS (Reuters) - El presidente venezolano, Hugo Chávez, amenazó el sábado con expulsar a un diplomático estadounidense en Caracas si comprueba que está actuando contra la enmienda constitucional que eliminaría el límite a la reelección. Chávez, que expulsó al embajador de Washington en Caracas en el 2008 como apoyo al Gobierno de Bolivia, dijo que un funcionario de la embajada de Estados Unidos habría participado en una reunión entre estadounidenses y opositores venezolanos en Puerto Rico para montar una campaña contra la enmienda. "Estoy investigando la posible presencia en esa reunión (en Puerto Rico) de un funcionario de la embajada norteamericana en Caracas. Si la comprobara, lo echaría del país por intervenir en los asuntos internos de Venezuela", dijo Chávez en el acto de entrega del control operacional del Satélite Simón Bolívar a Venezuela. La oposición asegura que la enmienda abre la posibilidad de que Chávez se perpetúe en el poder indefinidamente. "Lo echaríamos del país, no tengo todavía la prueba, ojalá la tenga, pero me llegó la información", advirtió el gobernante, quien recientemente expulsó al embajador de Israel en Caracas en protesta por la ofensiva del Estado judío en la Franja de Gaza. El gobernante agregó más tarde que Estados Unidos, al que suele referirse como el "imperio", utiliza a Puerto Rico como una plataforma para conspirar contra los países de América Latina y el Caribe. "Puerto Rico (...) lamentablemente es colonia gringa todavía, pero algún día habrá que liberar a Puerto Rico para que sea la República libre de Puerto Rico", dijo posteriormente Chávez la noche del sábado durante un acto político. Recientemente, el mandatario, un fiero crítico del Gobierno de George W. Bush, ha afirmado que tras el triunfo de Barack Obama las relaciones entre Caracas y Washington podrían ir mejor. La Asamblea Nacional, ampliamente dominada por el oficialismo, aprobó en diciembre la primera discusión de la enmienda que Chávez impulsó como presidente del Partido Socialista Unido de Venezuela y en los próximos días hará la segunda discusión. La iniciativa será luego sometida a un referendo. Sin la enmienda, Chávez, que lleva una década en el poder, no podrá presentarse en las elecciones presidenciales del 2012. La propuesta, que se incluyó en una amplia reforma de la Constitución, fracasó antes en un referendo en el 2007.
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sábado, 10 de enero de 2009
El debate de status: un reto para Obama
El Nuevo Dia José A. Delgado La inclinación del comisionado residente en Washington, Pedro Pierluisi, a retomar, por tercera sesión legislativa consecutiva, un proyecto de status como el 900, que propuso un referéndum "territorio sí o no", puede significarle un reto al gobierno del presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama. La clase política local ya tiene prácticamente tomada su decisión en torno a esa propuesta: el PNP, evidentemente, adora la idea; el PPD se inclina a rechazarla; al PIP le parece lógico que sea revivida y fácil de echar hacia delante en la Cámara baja; y el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH)ha hecho claro, anteriormente, que la considera una ofensa al pueblo puertorriqueño. ¿Y el gobierno de Barack Obama? Obama ha hablado de respetar el derecho a la libre determinación de Puerto Rico, de consultar a "todos los grupos"de la Isla y de incluir como alternativas futuras las tres propuestas tradicionales: estadidad, independencia y el actual status, comúnmente descrito como Estado Libre Asociado. Su compromiso de permitirle a Puerto Rico resolver el status político este cuatrienio pudiera cumplirse con sólo apoyar una consulta de status. Pero – y se me quedó mencionarlo en el blog anterior-, Obama también indicó, en la víspera de la primaria presidencial demócrata de junio pasado en Puerto Rico y como parte de un artículo de opinión que publicó en El Nuevo Día-, que cualquier proceso de status debería partir del consenso. Una nueva versión de un proyecto destinado a consultar a la Isla en torno a si quiere o no mantener el actual status, le supone la encrucijada de si apoyará una propuesta que surge directamente del primer informe del grupo interagencial de la Casa Blanca del republicano George W. Bush, un documento que antes ha criticado. "Rechazo la afirmación en informes presentados por el ‘task force’ del Presidente, el 22 de diciembre de 2005 y el 21 de diciembre de 2007, de que la soberanía sobre Puerto Rico puede ser unilateralmente transferida por los Estados Unidos a un país extranjero, y de que la ciudadanía estadounidense de los puertorriqueños no está constitucionalmente garantizada", indicó Obama en la carta enviada al entonces gobernador Aníbal Acevedo Vilá el 12 de febrero de 2008. En esa misiva, Obama no hace alusión a las recomendaciones procesales de Bush: un primer referéndum territorio sí o no, seguido por una posible segunda consulta entre la estadidad o la soberanía política de la Isla. Pero, si Pierluisi y el PNP finalmente deciden revivir el concepto del proyecto 900 que se debatió en la Cámara de Representantes durante los pasados dos años la Casa Blanca de Obama tendrá que decidir si valida o no las recomendaciones de su antecesor. ¿Cómo lidiará Obama con este asunto? Habrá que esperar por los detalles de la legislación de Pierluisi – que quizá no se conozcan hasta marzo-, para comenzar a analizar como la Casa Blanca de Obama desarrolla las destrezas necesarias para enfrentarse a un tema al que siempre le salen largas y filosas espinas.
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¡Estadidad Ya!
Maurice A. Ferré Es patente la preocupante y deprimente situación económica de Puerto Rico. Consiguientemente, la concentración en lograr el máximo apoyo económico de Washington es el lema en el nuevo gobierno de la Isla. El déficit presupuestario del Gobierno de Puerto Rico hoy sobrepasa más de $3,000 millones, y no solo es indicio del despilfarro y mala administración de los últimos 8 años, sino más profundamente, de la funesta realidad económica y financiera de Puerto Rico. La Isla lleva décadas viviendo en déficit presupuestario, no queriendo apretarse el cinturón, muy lejos de Manos a la Obra de don Luis Muñoz Marín, sin sostén visible, subsistiendo de la generosidad del Gobierno Federal. De casi 4 millones de residentes en Puerto Rico, solo 1.3 millones trabajan y de estos uno de cada tres trabaja directamente o indirectamente para el gobierno. Cuando más de la mitad de la población requiere ayuda económica del gobierno Federal, y por otro lado, en Puerto Rico de 15,000 personas que pagan impuestos a Hacienda sobre ganancias anuales por encima $100,000, 11,000 son asalariados (2003), no requiere ser un economista para concluir que este desbalance no va bien para el futuro de Puerto Rico. La mayoría de los ingenieros graduados del Colegio en Mayagüez anualmente terminan con trabajos fuera de la Isla. Ya pronto habrá más de un millón de puertorriqueños en Florida y la mayoría vinieron directamente de la Isla. El nuevo Gobernador Luis Fortuño, y su gobierno tienen que ocuparse primero del tsunami económico que se avecina. Pero de ahí estriba el problema, histórico, congénito, repetitivo de Puerto Rico. Sí, es la economía, pero a la larga es el tranque estructural y político de 110 años el que nos atolla. Yo soy de los que creo que la soberanía de Puerto Rico reside en Puerto Rico. No importa, que un papelito escrito por un grupo de funcionarios del gobierno de Estados Unidos y de España, el cual firmaron y nombraron como el Tratado de Paris del 1898, diga otra cosa. Ese Tratado fue ratificado por el Senado de EE. UU. por un solo voto y dijo que Puerto Rico estaría, bajo los poderes plenarios del Congreso de EE. UU. Dice ese Tratado, y luego el Tribunal Supremo de EE. UU., que constitucionalmente la Isla es territorio de EE. UU. No importa tampoco. La ley natural humana rige. El consentimiento de los gobernados es dominante. Es decir, que si los puertorriqueños en su mayoría quieren la soberanía como República o como Estado Federado, no hay quien pare su decisión. Esa decisión de soberanía no está gobernada solo por la voluntad del Congreso, está gobernada por la voluntad del pueblo de Puerto Rico. Y el pueblo en su inmensa mayoría no quiere perder su identidad, pero tampoco quiere perder su subsidio federal, ni perder su ciudadanía estadounidense. Lo que cambia la incertidumbre y el titubeo puertorriqueño de siglos es la situación económica de EE. UU. La necesidad es la madre de mucho. Está llegando la crisis. Los griegos definieron crisis como el momento de decisión y los chinos como oportunidad. Washington, tiene que aceptar a Puerto Rico como un estado, no solo cuya historia, etnia y raza es diferente a la mayoría norteamericana, sino también, y hoy quizás más importante, cuya cultura es diferente a la mayoritaria. Este no fue el caso de Arizona o Hawái. Ni se van a mudar al Estado 51, a Puerto Rico, millones de norteamericanos con apellidos de Smith, Dole o Brewer, a lo contrario seguirían mudándose para el continente cientos de miles de puertorriqueños. De su parte, el Congreso, y los puertorriqueños, tienen que reconocer que como un Estado de la Unión, Puerto Rico no va a perder ni su cultura, ni su identidad. En Puerto Rico siempre se hablará español y los puertorriqueños siempre serán puertorriqueños, aun en el Estado 51. Cuando ambos temores sean superados, y ya estamos camino a eso, y cuando la situación drástica en la Isla lo exija, y ya estamos también en ese camino, es a los puertorriqueños a quienes les corresponde hacer la decisión para resolver la crisis, la oportunidad de salir del atolladero. Los astros celestiales están todos alineados. Estamos: * A punto, potencialmente, de una gran depresión mundial, una catástrofe financiera, el rechazo del globalismo y el regreso al nacionalismo proteccionista. * En una economía insostenible en Puerto Rico. * En una mayoría en la Isla que si pudieran escogerían la estadidad como preferencia política (entre 60% y 70%). * Con Obama de Presidente, que comprende la meta de unos Estados Unidos multirraciales y multiétnicos. Obama dijo en el Tiergarten de Berlín que él era un ciudadano del mundo. Cierto, Kennedy y Reagan también lo dijeron, pero Obama lo dijo antes de llegar a la Casa Blanca. Con un Congreso Demócrata que también comprende la nueva realidad, en su mayoría. * Con que para el 2012, habrá 50 millones de Hispanos / Latinos en EE. UU., que en esa nueva elección presidencial y definitivamente para la del 2016, decidirán la presidencia de EE. UU. con votos Latinos en Texas, Colorado, Nevada, Nuevo Méjico Y Florida. Ya somos 360,000 puertorriqueños inscritos para votar en Florida, y ayudamos el voto de Florida en el 2008 en pro de Obama con el 75% de nuestros votos. Para el 2012 habrá 600,000 puertorriqueños inscritos para votar en Florida, el grupo electoral latino más grande de Florida. Cada cuatrienio la aceptación de Puerto Rico como el Estado 51 de la Unión será más y más fácil. Sí, Fortuño tiene que enderezar con urgencia los asuntos económicos de Puerto Rico, pero no puede abandonar para luego la causa de la estadidad. Con la actitud de estadidad eventualmente, Fortuño no resuelve ni una, ni otra cosa. El lema operante tiene que ser, ¡Estadidad ya! Estadidad ya significa el comienzo de un proceso que tomara diez años para completar. La mejor consulta con los ciudadanos estadounidenses de Puerto Rico será la más sencilla. La pregunta plebiscitaria mejor es: “¿Quieren ustedes mantener el Estado Libre Asociado de Puerto Rico bajo el actual estatus territorial de la Constitución de EE. UU.?” Sí o No. Entonces el No conllevaría a una asamblea constituyente que definiría las constituciones del Estado 51 o la República, con o sin asociación a EE. UU. Los votantes de Puerto Rico escogerán abrumadoramente la estadidad. Y luego el plan Tennessee, que funcionó históricamente para siete estados de la Unión. La Legislatura de Puerto Rico sencillamente nombrara dos senadores Federales y seis representantes y los enviara a Washington. No hay Congreso, (ni el 112, 113, o el 114), que le niegue por largo la estadidad a la preferencia puertorriqueña, que para entonces será de 80%. La única duda que tengo es si el Gobernador Luis G. Fortuño ha reconocido esta prioridad y tiene resolución firme que la situación actual exige. Y más importante, lo que la historia y su mentor político, mi tío, Luis A. Ferré, (QPD), le reclama desde su tumba. Luis, el momento es ahora, no mañana. La prioridad real es el plebiscito, no los fondos financieros tan importantes de Washington. ¡Esta oportunidad, que tanto favorece la estadidad, no se repetirá fácilmente!
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miércoles, 7 de enero de 2009
Legislación de status en manos de Pierluisi
El Nuevo Dia José A. Delgado WASHINGTON – Pedro Pierluisi, comisionado residente en Washington, aseguró ayer que la redacción del próximo proyecto de ley que promoverá en el Congreso en torno al status político de Puerto Rico va a quedar en sus manos. “La responsabilidad recae en mí”, dijo Pierluisi, asumiendo el mismo argumento del ahora gobernador Luis Fortuño, cuando le advirtió en 2005 a Pedro Rosselló que la legislación de status del pasado cuatrienio sería de su autoría y que por ello la decisión final no descansaría en manos del Directorio del Partido Nuevo Progresista (PNP). Pierluisi sostuvo que eso no quiere decir que no consulte con Fortuño como presidente del PNP y otros sectores de su partido, antes de presentar su legislación. De todos modos, no considera comenzar a preparar esa medida hasta que se decida el debate en torno al plan de estímulo económico federal que impulsará el gobierno de Barack Obama y los demócratas del Congreso. Pierluisi reconoció que se inclina a adoptar un proyecto de ley similar a la medida 900 a favor de un referéndum “territorio sí o no” que durante la pasada sesión legislativa impulsaron sin éxito el entonces comisionado Fortuño y el congresista demócrata José Serrano. “El proyecto 900 ya tiene un camino recorrido. Fue aprobado en el Comité de Recursos Naturales. Tengo que pensar en la legislación que puede aprobarse”, dijo Pierluisi, quien anteriormente había expresado que “idealmente” favorecía un plebiscito federal de alternativas de status. Pese a que el proyecto 900 recogió las recomendaciones de los informes de status de la Casa Blanca de George W. Bush, Pierluisi descarta que los demócratas del Congreso lo puedan aún interpretar como una continuidad de la política pública del saliente gobierno republicano. “Este proyecto cuando se presente va a tener el apoyo del liderato del Congreso”, sostuvo Pierluisi, quien prevé hacer tándem en este asunto con Serrano. El propio Serrano -quien favorece que Puerto Rico opte por su soberanía política o la estadidad-, ha dicho que esperará por Pierluisi antes de poner en marcha alguna iniciativa de status. Durante la pasada sesión legislativa, la presidenta de la Cámara baja, Nancy Pelosi, impidió que el proyecto 900 adoptado con enmiendas por el Comité de Recursos Naturales fuera llevado a votación final, pues consideró que nunca alçanzó suficiente consenso. La legislación no sólo dividió a la clase política boricua en San Juan, sino que además creó fisuras entre líderes demócratas del Congreso, incluidos los congresistas puertorriqueños. Tanto Nydia Velázquez como Luis Gutiérrez, promotores del proyecto a favor de la Asamblea Constitucional de Status, se opusieron a la medida 900. Mientras Pierluisi busca integrarse a los demócratas y aspira a tener el respaldo del liderato cuando presente su legislación de status, los republicanos en Estados Unidos expresan que tienen en Fortuño el modelo de un político que deben promover en Estados Unidos. “Luis es la persona que debemos de estar emulando”, dijo el lunes durante un foro el presidente del Partido Republicano de Estados Unidos, Mike Duncan, quien aspira a la reelección, pero se enfrenta a otros cinco candidatos. Duncan estuvo en San Juan para la toma de posesión de Fortuño, donde recibió el respaldo de los delegados republicanos de la Isla. Sus elogios al nuevo jefe de gobierno de la Isla, junto a los del presidente de la Asociación de Gobernadores Republicanos, Mark Sanford, fueron destacados ayer en el diario The Wall Street Journal.
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sábado, 3 de enero de 2009
Obama encaminará el status
El Nuevo Dia José A. Delgado WASHINGTON - Barack Obama acentuó ayer su intención de permitir que este cuatrienio se solucione el perenne debate sobre el futuro político de Puerto Rico. En sus primeras declaraciones sobre la Isla como presidente electo de Estados Unidos, recordó el compromiso que hizo en el programa de gobierno demócrata de trabajar con el Congreso y “todos los grupos” políticos locales para impulsar que el debate sobre el status “sea resuelto durante los próximos cuatro años”. “Estoy plenamente advertido de las dificultades a las que Puerto Rico se ha enfrentado en el pasado cuando ha lidiado con este asunto, pero la libre determinación es un derecho básico que debe atenderse no importa su dificultad”, añadió Obama, en declaraciones contenidas en el mensaje de felicitación que su enviado especial, Nick Rathod, leyó ayer en la toma de posesión del nuevo gobernador Luis Fortuño. Su mensaje coincide con el lenguaje que su grupo de trabajo aceptó en agosto, cuando se adoptó el programa de gobierno del Partido Demócrata. En febrero pasado, en una carta al entonces gobernador Aníbal Acevedo Vilá, Obama se expresó dispuesto a impulsar tanto una Asamblea Constitucional de Status como un plebiscito, esta última la opción que favorecerá el gobernador Fortuño. Pese a aludir al debate de status -lo que no hizo la enviada del actual presidente George W. Bush-, Obama advirtió que su prioridad número uno es la economía. En ese sentido, dijo que trabajará con Fortuño, el comisionado residente electo, Pedro Pierluisi, y con “los otros líderes de Puerto Rico” con el propósito de asegurar la inclusión de la Isla en el gigantesco proyecto de estímulo económico que quisiera que el Congreso apruebe este mismo mes.
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