Endi José A. Delgado A la oposición política puertorriqueña le sorprendió que el senador republicano Mel Martínez haya “puesto en peligro” la legislación que busca otorgarle representación formal en el Congreso a Washington D.C. con su proyecto de plebiscito en torno al futuro político de Puerto Rico. “No sólo iba a hundir la posibilidad de que se aprobara el voto (en la Cámara baja) para el delegado de Washington D.C., sino que iba a retrasar la discusión del status de Puerto Rico por 300 años”, dijo ayer Manuel Rodríguez Orellana, secretario para Asuntos de Norteamérica del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP). Sin aparentemente consultar con el gobernador Luis Fortuño, de quien ha sido un aliado, el senador republicano Martínez presentó como enmienda a la legislación sobre el Distrito de Columbia el proyecto de ley que defendió en la pasada sesión legislativa a favor de un plebiscito de cuatro alternativas (el actual status, independencia, libre asociación y estadidad). No llegó, sin embargo, a insistir en que su enmienda se considerara en el hemiciclo. Pero, de todos modos le causó preocupación al comisionado residente Pedro Pierluisi, quien ha apoyado que se otorgue un escaño con plenos derechos a Washington D.C. e intentado que el debate sobre la Isla pueda ser utilizado como obstáculo para las aspiraciones de los residentes de la capital federal. “Existe la posibilidad de que Martínez quisiera descarrilar el proceso del Distrito de Columbia. Si el propósito de Martínez fue utilizar la estadidad como una píldora venenosa, eso confirma el problema serio que tienen los estadistas con la propuesta de estadidad (en el legislativo federal)”, indicó, por su parte, el presidente del Partido Popular Democrático (PPD), Héctor Ferrer. La otra alternativa, según la oposición política, es que Martínez, cubanoamericano elegido por Florida y quien no aspirará a la reelección, no comprenda el daño que le hace a sus amigos estadistas al querer forzar el caso político de Puerto Rico cuando se discute un asunto tan sensitivo para algunos en Washington como la representación legislativa de la capital federal. “Estoy seguro que retiró su enmienda una vez de acá (sus amigos estadistas) le dijeron que ellos consideran que no es el momento para esa legislación”, agregó el portavoz del PIP, quien, a su vez, percibe al gobernador Fortuño demasiado tímido con el tema del futuro político de Puerto Rico. El Senado estadounidense aprobó el jueves el proyecto de ley que le otorgaría un escaño formal en la Cámara baja a Washington D.C., que suele elegir demócratas y otro temporalmente a Utah, que tradicionalmente prefiere votar por republicanos. La legislación puede ir a votación la semana próxima en la Cámara baja federal.
domingo, 1 de marzo de 2009
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