El Nuevo Dia José A. Delgado Los líderes boricuas vinculados al Partido Demócrata de Estados Unidos, tanto populares como penepés, se expresaron satisfechos por el programa de gobierno que presentará Barack Obama en las presidenciales de noviembre. Por un lado, el texto final, adoptado ayer en la reunión del Comité de Programa de la formación política estadounidense, comprometió a los demócratas con solucionar la indefinición política de Puerto Rico durante los próximos cuatro años. (¿CU4TRO AñOS?) También ha propuesto eliminar paulatinamente las restricciones a que se enfrenta Puerto Rico en el programa Medicaid. El lenguaje final agregado al programa de gobierno demócrata – que fue presentado en conjunto en la reunión del Comité de Programa por los representantes de la Isla, Liza Ortiz (PPD) y Andrés Guillemard (PNP)-, reconoció "el derecho de Puerto Rico al status politico de su selección", el cual debe surgir de un proceso de libre determinación "justo, neutral y democrático". Del ultimo borrador se le eliminó la referencia que Puerto Rico tenía derecho a "ir en busca" de un proceso de libre determinación, sino que se reconoció directamente ese derecho, dijo Kenneth McClintock, delegado ante el Partido Demócrata de Estados Unidos y presidente del Senado de Puerto Rico. En el pasado también quedó el lenguaje de 2004, el cual los populares demócratas, sobre todo, criticaron por considerlo parcializado en favor del movimiento estadista. "Reconocemos que los cuatro millones de ciudadanos estadounidenses, privados del derecho al voto, que residen en Puerto Rico tienen derecho a seleccionar un status permanente y plenamente democrático. La Casa Blanca y el Congreso clarificarán las opciones reales y permitirán que los puertorriqueños puedan seleccionar entre ellas", indicó el programa de gobierno de 2004 los demócratas. Ahora se ha aprobado un lenguaje que va a tono con el compromiso de Obama de ser "estrictamente neutral" en el debate de status. Y los demócratas afiliados al PNP accedieron. Al Partido Independentista Puertorriqueño el programa demócrata le indica que, en términos de status, el PNP ahora acepta cualquier opción de status, incluyendo el "Estado Libre Asociado actual". "Tanto penepés como populares se sometieron a un lenguaje que constituye un retroceso mental e ideológico al colonialismo norteamericano del 1950 al aceptar la ausencia de lenguaje que exija un estatus no-colonial y no territorial," indicó el secretario del PIP para Asuntos de Norteamérica, Manuel Rodríguez Orellana, en un comunicado de prensa. MEDICAID Para los demócratas del PPD y el PNP, sin embargo, la gran ganancia puede estar en la referencia a Medicaid. El programa demócrata se vincula con la eliminación paulatina de las restricciones a que se enfrenta Puerto Rico en ese programa federal, las que la cuestan cientos de millones de dólares a la Isla. El borrador que circuló el pasado viernes abogaba por un "trato comparable" a los estados en el programa Medicaid, por el cual Puerto Rico recibe actualmente cerca de $300 millones. Pero, el texto final compromete a los demócratas, si ganan la Casa Blanca y el Congreso, con eliminar el techo que se le impone a la Isla en ese programa destinado a personas de escasos recursos económicos. La referencia a los demás programas federales mantuvo la expresión de que se impulsará tratar a Puerto Rico de forma comparable a los demás estados. También sostiene que proveerán un tratamiento "equitativo" a Puerto Rico en los programas que proveen reembolsos contirbutivos para familias trabajadoras, en referencia al crédito que aplica a contribuyentes de pocos recursos económicos (Earned Income Tax Credit). "Las condiciones económicas en Puerto Rico requieren de programas efectivos y equitativos para maximizar la creación de empleos y la inversión financiera", agrega el programa demócrata, que oficialmente se adoptará en la la convención de Denver en que se proclamará a Obama como candidato a la Casa Blanca. "Quedó bien para ambos lados (estadistas y estadolibristas)", dijo Guillemard, quien negoció el lenguaje con el comité electoral de Obama junto a Ortiz. Tanto Roberto Prats, presidente de los demócratas de la Isla, como McClintock acogieron con beneplácito el resultado final, después de temer de que el comité electoral de Obama fuera a diluir sus compromisos a favor de que Puerto Rico tuviera acceso igual a Medicaid y otros programas federales. "El esfuerzo por lograr un lenguaje óptimo para el pueblo de Puerto Rico no fue en vano y rindió frutos", dijo Prats, quien como McClintock respaldó la precandidatura presidencial de Hillary Clinton, ganadora de la primaria demócrata de la Isla. Guillemard, sin embargo, considera que el sector que respaldó a Clinton alegó haber hecho presión sobre asuntos que "ya estaban acordados". "Los únicos que estuvimos involucrados (en las negociaciones con Jeff Berman, del comité electoral de Obama) fuimos Liza Ortiz y yo", dijo. Ortiz, quien respaldó a Clinton, consideró que líderes demócratas como Prats y McClintock aportaron al proceso. "Cada cuál tiene su manera de expresarse", sostuvo Ortiz, quien participó de la conferencia de prensa del pasado jueves en que los seguidores de Clinton quisieron hacer un emplazamiento a la campaña de Obama previo a la adopción del programa de gobierno. Prats sostuvo que el esfuerzo de las últimas horas no fue en vano. "El lenguaje adoptado es muy superior a cualquier lenguaje que se haya adoptado por el Partido Demócrata en su historia. Nos corresponde ahora a todos los demócratas trabajar arduamente por la victoria del senador Barack Obama", agregó. McClintock dijo que quisieron asegurarse de que "los compromisos de campaña" de Obama no se aguaran y advirtió que hay una población boricua en estados claves en estas presidenciales, como Florida, Ohio y Pennsylvania, que sigue el debate sobre la Isla a través de la internet. "Con esta plataforma me siento personalmente cómodo de salir a hacer campaña vigorosa por Obama entre los votantes puertorriqueños en los estados", agregó McClintock. Para poner en marcha el programa, sin embargo, los demócratas no sólo requerirán ganar la Casa Blanca, sino mantener el control del Congreso y convencer a la mayoría de sus miembros – siempre una tarea muy complicada, como han demostrado los fracasos en el tema de status-, de que ese es el camino a seguir.
sábado, 9 de agosto de 2008
Suscribirse a:
Entradas (Atom)