STATUS En la presente encuesta de El Nuevo Día, una mayoría relativa compuesta por el 46% de los electores dice que la Isla debe “votar pronto” en un plebiscito oficial sobre status, mientras que el 37% opina que la votación sobre el status se debe dejar a un lado “por un tiempo”. Sólo el 11% considera que “no debe haber más plebiscitos”. Luego de un período de varios años en los que mayorías relativas de puertorriqueños opinaron que se había invertido demasiado tiempo, dinero y energía en redactar y votar por los plebiscitos sobre el status, y que se debía dedicar más atención a otros asuntos, este sentimiento ha comenzado a cambiar nuevamente. Si bien es natural que la ideología partidista juegue un papel fundamental en la inclinación hacia los plebiscitos (los penepés los apoyan y los populares son más ambivalentes), un importante grupo de “electores cambiantes” ha llegado a la conclusión de que tal vez Puerto Rico está listo para volver a votar. Un 34% de los electores no afiliados opina que se debe “dejar en paz” el asunto de los plebiscitos, pero el 43% de los que no tienen afiliación política piensa que la Isla debe “votar pronto”. Aunque el apoyo a un nuevo plebiscito se puede describir como “leve, pero cada vez más positivo”, algo en lo que la mayoría de los electores de todas las ideologías están completamente de acuerdo es en que la claridad del status es una precondición necesaria para mejorar la calidad de vida en la Isla. Por un margen mayor de 2 a 1 (65% a 29%), los electores señalaron que Puerto Rico sólo podrá abrirse camino para mejorar sus circunstancias actuales cuando se resuelva finalmente el status. El 68% de los penepés comparte esta opinión, además del 57% de los populares, el 88% de los que apoyan la independencia y hasta el 70% de los que no tienen afiliación política. Mientras la mayoría de los electores puertorriqueños (65%) cree, o al menos espera, que el asunto del status político se resuelva mientras vivan, la presente encuesta presenta una trayectoria poco conocida, y tal vez menos fragmentada, hacia esa solución. Si los electores enfrentaran hoy una papeleta de tres opciones en la que tuviesen que elegir entre la estadidad, una definición no específica para continuar el Estado Libre Asociado, o la independencia, el sentir actual le otorgaría un 57% de victoria a la estadidad. Esta es la primera vez en la historia de la encuesta de El Nuevo Día que la estadidad o el Estado Libre Asociado han obtenido más del 50% entre el electorado. Esto se debe a que aunque los electores del PIP apoyan absolutamente la independencia y un 90% de los penepés votaría a favor de la estadidad, el Estado Libre Asociado cuenta con el apoyo del 79% de los electores del PPD, cuyo partido está desorganizado, y los electores no afiliados se inclinan levemente a favor de la estadidad (39% a 35%). A todas luces, la historia reciente indica que la definición de Estado Libre Asociado, independientemente de si se describe como “mejorada”, “soberanía”, “unión permanente” u otra cosa, ha sido parte del problema. Si el Congreso de los Estados Unidos determina que no reconocería esta opción de status y que cualquier plebiscito autorizado por el gobierno federal sería para escoger entre solicitar la estadidad o declarar la independencia para Puerto Rico, el resultado que revela la encuesta es bastante claro. Por un margen de 77% a 12%, los electores escogerían la estadidad. Esto incluye a más del 90% de los simpatizantes del PNP, pero también al 62% de los electores del PPD y a un sólido margen del 74% de los electores que no se identifican con ningún partido. ---------------------------------------------------------------------------- CIUDADANIA Aunque hay suficientes motivos para que surja confusión cuando se lanzan acusaciones de “autonomista” durante una temporada de campaña política, prácticamente no hay duda de que, con excepción de los seguidores más ideológicos de la independencia de Puerto Rico, la posesión de un pasaporte estadounidense y de la ciudadanía estadounidense es un factor importante para una mayoría abrumadora del pueblo puertorriqueño. La mayoría de los participantes de la presente encuesta (58%) dice que la ciudadanía estadounidense es “muy importante” para ellos y otro 31% señala que es “algo importante". De hecho, el 96% de los electores del PNP, el 88% de los simpatizantes del PPD, y una mayoría similar compuesta por el 90% de los electores no afiliados a ningún partido están de acuerdo en que la ciudadanía estadounidense es importante para ellos. Al formularles la pregunta de forma abstracta, sólo los miembros del PIP consideran que la ciudadanía estadounidense no es importante. No obstante, al formular una pregunta de “opción forzada” en torno a cuál sería su decisión si tuviesen que elegir entre la ciudadanía puertorriqueña y la ciudadanía estadounidense, la mezcla de emociones crea un panorama un poco más complicado y dramáticamente distinto del que se presentó en las encuestas anteriores. De acuerdo con la presente encuesta, en general, el 67% de los electores respondió que elegiría la ciudadanía estadounidense. Sólo el 21% dijo que elegiría la ciudadanía puertorriqueña. Los simpatizantes del PNP no dudarían en escoger la ciudadanía norteamericana, ya que el 81% prefiere esta opción, mientras que porcentajes más pequeños (pero que aún son mayoría) de electores del PPD y electores no afiliados opinan lo mismo. Parece haber surgido un cambio considerable en la cantidad de puertorriqueños que preferiría la ciudadanía estadounidense en lugar de la ciudadanía puertorriqueña. La cifra de 67% registrada en la presente encuesta supera por mucho el sentir de las encuestas anteriores de El Nuevo Día en el 2002 y 1996, mientras que el porcentaje de electores que opta por la ciudadanía puertorriqueña se ha reducido marcadamente.
miércoles, 28 de mayo de 2008
ENCUESTA de El Nuevo Dia sobre el Status y Ciudadania
Publicadas por R@S a la/s 1:11 a. m. View Comments
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