El Nuevo Dia Miguel Díaz Román El juez federal Gustavo Gelpí le ordenó al Secretario de Justicia de Estados Unidos que explique las disposiciones legales que respaldan la aplicación del Medicaid en Puerto Rico. Gelpí sostuvo que Justicia tiene hasta el 15 de marzo para ofrecer su explicación, la cual está relacionada con un caso en el que 16 centros de salud que proveen servicios a pacientes de Medicaid demandaron al Departamento de Salud local en la corte federal. Los centros de salud, entre los que figura el Consejo de Salud Playa de Ponce, le reclaman a Salud local el pago de subsidios especiales para complementar sus gastos. El juez también anunció que la corte contratará un perito para determinar el pago que deberá realizar el gobierno local a los 16 centros de salud. Gelpí dispuso que el Secretario de Justicia deberá determinar si la cláusula de gasto federal aplica en Puerto Rico y bajo qué bases legales. Esta cláusula implica que al recibir fondos federales los estados renuncian a la inmunidad legal para ser demandados. Gelpí también requirió que se le indique que “asumiendo que la cláusula de gasto aplique en Puerto Rico, si las obligaciones de pago estatutarias del Medicaid, en conjunción con el límite de fondos que se pueden recibir, violan alguna provisión constitucional”. A su vez, exigió que el Secretario de Justicia federal explique “qué remedio apropiado debe aplicarse en caso de que se viole la cláusula de gasto”. Puerto Rico recibe sólo $300 millones del Medicaid, mientras que los estados reciben cerca de $2,000 millones. Incluso, el gobierno local está obligado a operar bajo una disposición del Medicaid que le exige pagar el 88% de los gastos del programa, mientras que sólo recibe 12% en fondos federales. “Bajo estas circunstancias un Secretario de Salud local razonable no hubiera aceptado los fondos del Medicaid para Puerto Rico en conocimiento de que la Isla, a diferencia de un estado, por 40 años ha tenido que cumplir con las obligaciones del pago del Medicaid sin recibir los adecuados fondos federales”, dijo el juez Gelpí.
martes, 13 de enero de 2009
Obama vows to solve Puerto Rico's status
Orlando Sentinel Jeannette Rivera-lyles January 13, 2009 It's a 110-year-old dilemma that Congress has never committed to solve: Puerto Rico's ambiguous political relationship with the U.S. President-elect Barack Obama has vowed to turn this around. In a letter sent earlier this month to newly elected Puerto Rican Gov. Luis Fortu�o, Obama pledged to "enable the question of Puerto Rico's status to be resolved" during his first term. "We have set out an ambitious agenda for Puerto Rico over the next four years," Obama wrote. "It will not be easy to accomplish. But we cannot sit back and wait for someone else, at some other time, to do something about it." Puerto Rico became a U.S. territory in 1898, when it was invaded by American ships during the Spanish-American war. In 1917, Puerto Ricans were granted American citizenship, but the relationship between Washington and San Juan was rooted in colonialism. In 1952, Congress authorized Puerto Rico to develop its own constitution, but the U.S. federal government can overrule it. Puerto Ricans have voted in three different referendums on their political status, but these have amounted to little more than opinion surveys because Congress wasn't bound by them. Obama's pledge was well-received in Puerto Rico, where his letter was read by an envoy during Fortu�o's Jan. 2 inauguration. "That [letter] prompted a standing ovation," said Orange County commissioner Mildred Fern�ndez, who attended the inauguration. "The place exploded. A commitment like this is long overdue." Some are taking Obama's four-year deadline with a grain of salt, given a political landscape in which the economy and two wars are likely to get priority. "In terms of starting the process, it is viable and it is necessary [within the four-year term]," said Dr. Hern�n Padilla, a political analyst and former mayor of San Juan. "But the things that need to be done will take some time. The fact is that the priority of the nation right now -- and that of Puerto Rico -- is to pull out of a recession." A bill that would commit Congress to implement the results of a voter referendum would have to be hammered out first. The choices could be statehood, independence and even the current commonwealth status or some modification of it. Pedro Pierluisi, Puerto Rico's nonvoting representative in Congress, thinks Obama's self-imposed four-year deadline is achievable. "I'm giving myself and the Democratic leadership in Congress two years to come up with a law enabling the referendum," Pierluisi said. ". . . We could have a referendum as soon as the year 2010. Congress will be bound by its results, and we would have solved the problem."
Publicadas por R@S a la/s 10:15 p. m. View Comments
Puerto Rico y sus circunstancias
MAURICE FERRE
Me sorprendió la columna del hábil periodista Daniel Morcate, ''El mago de Puerto Rico'' del 8 de enero. Morcate es muy conocedor de Puerto Rico y escribe sobre la isla con simpatía y cariño. Escribió Morcate referente al gobernador de Puerto Rico y la expectativa de sus copartidarios ''conservadores políticos'' de la isla como sobre optimistas, dependiendo demasiado de las promesas que hiciera Obama a Puerto Rico. Para que Obama y el gobernador Luis Fortuño cumplan esas promesas electorales les aguarda una tarea de Superman, asevera Morcate. Y concluye que los puertorriqueños buscan una supervivencia decorosa y no un ''gran destino''. No podría yo estar más en desacuerdo.
Puerto Rico es una dependencia económica de Washington, aún más que Cuba fue una dependencia de la Unión Soviética y ahora Venezuela. Puerto Rico recibe $25 billones de Washington anualmente, de los cuales $7 billones son subsidios. Puerto Rico no paga impuestos sobre ganancias al IRS federal, sin embargo participa en la redistribución del income tax returns (más de $1 billón en el 2008). Ahora el gobierno de Fortuño pide paridad en toda distribución federal, igual que los 50 estados, pero sin Puerto Rico pagar impuestos federales.
El gobernador Luis Fortuño, el comisionado residente Pedro Pierluisi y todo el equipo de gobierno de Puerto Rico han puesto la paridad federal como prioridad y la causa de la estadidad en segundo plano. Eso ni es supervivencia ni es decorosa.
Puerto Rico tiene una población algo por encima de 3.9 millones (hay 4.2 millones de puertorriqueños residiendo en los 50 estados). De esta población hay casi 2 millones en la isla que reciben algún subsidio federal. Hay 1.3 millones en la isla que trabajan, el 36% del total, una de las proporciones más bajas del mundo. De ellos, casi una tercera parte lo hace para el gobierno. Ni en China comunista esa proporción es tan alta.
El presupuesto actual de Puerto Rico arroja $3.2 billones de déficit. De los $64 billones que debe el gobierno, más de $18 billones fue por coger fiao en el pasado para cubrir los déficits presupuestarios de los últimos diez años.
Es comprensible la posición de Fortuño y Morcate. Ante tanta necesidad es necesario buscar soluciones financieras viables. Pero la solución no está en el continuismo. Sólo hay dos salidas para Puerto Rico: la independencia, bien sea como república o como estado soberano asociado a EEUU, o como el estado 51.
Por los últimos 30 años Puerto Rico ha estado dividido, 46% por el Estado Libre Asociado y 46% a favor de la estadidad. Ahora las encuestas ponen la estadidad por encima del 60% y creciendo. En noviembre del 2008 los estadistas (PNP) barrieron. Desde 1964 no se había visto una victoria tan contundente. Con más de un millón de votos PNP, los estadistas barrieron la gobernación y las dos cámaras legislativas con mayorías absolutas y 58 de los 87 municipios de la isla.
El padre del Estado Libre Asociado, don Luis Muñoz Marín, a principio de su carrera política era independentista y socialista. Terminó como un hombre de centroderecha y a favor de la unión permanente de Puerto Rico con EEUU. Varió sus creencias por el bien pragmático de Puerto Rico. La ironía de ese cambio de dirección política fue que Muñoz creó unas circunstancias insostenibles, las que hoy sufre Puerto Rico.
Una de mis referencias literarias preferidas es la deOrtega y Gasset sobre el hombre y su circunstancia. A Fortuño las circunstancias lo llevan por un camino pragmático similar al de Muñoz. La necesidad lleva al gobierno de Puerto Rico a buscar una solución financiera para salir del atolladero, con fondos federales de Washington. Esto atrasa el movimiento hacia la estadidad federada porque distrae, debilita la resolución y le da excusas a Washington para no confrontar el hueso más duro de roer, el estatus político de Puerto Rico.
Es cierto, Puerto Rico tiene el más alto ingreso per cápita de América Latina, pero esa cifra es la mitad de lo que gana un estadounidense de Mississippi, el estado más pobre de EEUU. Evidentemente los puertorriqueños han decidido votar con los pies (mudándose a Florida y Nueva York) o, los que se quedan en Puerto Rico, votando a favor de la estadidad federada. Es decir, prefieren la condición de Mississippi, que emular a la de República Dominicana, Cuba, Venezuela o las otras repúblicas de América Latina.
Por último, queda lo del mago. Precisamente fue Ortega y Gasset el que también escribió sobre las creencias de los pueblos, a diferencia de las ideas. Las ideas se debaten, se imponen, evolucionan, cambian. Las ideas son; en las creencias se está, dijo Ortega y Gasset. El sistema norteamericano se formuló mayormente a través de las ideas, aunque influyeron creencias. Son las ideas que han evolucionado y hoy forman parte integral de cómo funciona EEUU. Entre esas ideas importantes, en el sistema anglosajón, está la dependencia de las instituciones.
Nosotros, los americanos de habla hispana, dependemos más de nuestras creencias. Aquí entra la cultura: la música, la poesía, nuestra comida y forma bondadosa de gozar la vida. Son fuertes nuestras creencias. Entre otras características nuestras está creer en los superhombres y no en las instituciones. Algunos buenos y otros malos, pero son hombres y no instituciones en donde nos refugiamos y con quienes buscamos soluciones. Muñoz Marín fue el mago de Puerto Rico en su tiempo. Un hombre de gran talento, dedicación y esmero, honradez y visión; un poeta cuya metáfora hipnotizó a Puerto Rico por 40 años. Pero, como hoy vemos, ese sueño no se realizó.
Lo que esperamos de los gobiernos de Obama y Fortuño no es la magia, sino la evolución de la voluntad de los gobernados. El pueblo de Puerto Rico lo que quiere es la soberanía que nos dará la estrella número 51 de la bandera estadounidense. Esa sí será supervivencia decorosa.
Publicadas por R@S a la/s 8:01 p. m. View Comments