FRANCES ROBLES / The Miami Herald Cuando era vendedor de un club de salud en un suburbio de la capital de Puerto Rico,Frank Oquendo vio su salario y la base de socios del club decrecer de manera paralela a la economía de la isla. Anteriormente este año, a Oquendo le bajaron el sueldo 25 por ciento cuando una tercera parte de los socios del club cancelaron su contrato porque se marchaban de Puerto Rico. Después de dos años de alta inflación y desesperación, Oquendo finalmente empacó sus cosas y se unió a muchos de sus antiguos clientes cuando se mudó a Miami en julio. Aquí se sumó a miles de otros puertorriqueños que han abandonado la isla en los últimos dos años, convirtiéndose en lo que algunos han dado en llamar florricans. "A veces uno se siente como un traidor cuando la gente te pregunta por qué no te quedas y ayudas a tu país'', dijo Oquendo, de 35 años. El centro y el sur de la Florida reciben a una parte cada vez mayor de la clase media puertorriqueña, hastiada de una isla abrumada por la inflación, el desempleo y la percepción de que la delincuencia está descontrolada. La desaceleración económica que recientemente ha afectado a la Florida pegó primero en Puerto Rico e hizo que miles de personas se mudaran a la Florida --donde por primera vez votarán en unas elecciones presidenciales-- en busca de nuevas oportunidades. Los sociólogos dicen que esa ola de inmigrantes pudiera igualar el éxodo de puertorriqueños a Nueva York en los años 50, que modificó la base social y política de Manhattan. Esta vez, los puertorriqueños que llegan son profesionales cuya salida representa tanto una válvula de escape al alto desempleo como una amenaza a la fuerza de trabajo calificada de la isla. "Esto es un suicidio colectivo'', dijo Elías Gutiérrez, quien dirige la Escuela Graduada de Planificación en la Universidad de Puerto Rico. "Esto se va a convertir en un país de ancianos y pobres''. Las cifras de la Oficina del Censo muestran que por lo menos 200,000 de los 4 millones de habitantes de la isla se mudaron a la Florida entre el 2000 y el 2006, entre ellos unos 8,000 a Miami-Dade y 14,000 a Broward. Casi la mitad de los casi 700,000 puertorriqueños que viven en la Florida residen en la zona central del estado, particularmente Orlando. Pero las cifras no reflejan la ola que comenzó hace dos años, cuando la crisis de presupuesto obligó al gobierno puertorriqueño a suspender sus actividades varias semanas. Más de 70,000 personas quedaron temporalmente sin empleo, así que no pasó mucho tiempo antes que enfermeras, médicos y policías se sumaran a los maestros y otros ex empleados públicos con destino a la Florida. Muchos encontraron empleo incluso antes de salir de la isla cuando cazatalentos de entidades tan diferentes como la NASA, Disney World y la Policía de Baltimore fueron a buscar personal calificado bilingüe. A la suspensión de actividades del gobierno siguió un impuesto a las ventas que afectó severamente el bolsillo colectivo mientras una crisis política se encimaba sobre el país. El precio del combustible se disparó y la población vio aumentos hasta de $1,000 en su factura de electricidad. Las estadísticas del gobierno muestran que el precio de los alimentos ha aumentado 12 este año, y el de la vivienda 15 por ciento. "En Puerto Rico se ganan unos $24,000 al año'', dijo Wilma Nieves, de 39 años y esposa de Oquendo. "Las guarderías infantiles y las escuelas privadas cuestan $600 o $700 al mes, el pago de nuestro carro --un Suzuki-- era $500 al mes. Nos estábamos atrasando en el pago de la hipoteca y otros préstamos. Hay que buscar nuevas oportunidades''. Nieves, que es coordinadora de educación, ha decidido quedarse en casa y Oquendo acaba de conseguir empleo en Humana. Viven en Fountainebleau, en el oeste de Miami-Dade con sus dos hijos, de 2 y 7 años. Los expertos dicen que es imposible saber exactamente cuántos puertorriqueños han llegado a la Florida en los últimos dos años. Pero cálculos del gobierno muestran que unos 65,000 se marchan de la isla todos los años, dijo el politólogo Luis Dávila Colón. Y estudios precios indican que la Florida es un destino popular para los puertorriqueños. Según un estudio conjunto del 2006 entre la Universidad de Puerto Rico y el Centro de Estudios Puertorriqueños del Hunter College: * En 1990 la Florida sobrepasó a New Jersey como el segundo destino para los puertorriqueños, después de Nueva York. * En 1990 2 por ciento de los puertorriqueños que viven en Estados Unidos residían en la Florida. En el 2000 la cifra era 14 por ciento. * En los años 90, la cantidad de puertorriqueños en Orlando aumentó 142 por ciento. Jorge Duany, profesor de la Universidad de Puerto Rico y coautor del estudio, dijo que el gobierno ha ignorado el dilema en lo fundamental porque le ofrece una necesaria válvula de escape a una economía que expertos afirman se contrajo 2 por ciento el año pasado. "El desempleo está en el 12 por ciento. Si todas esas personas se hubieran quedado, sería del 24 por ciento'', dijo Duany. El profesor asevera que la migración de puertorriqueños a la Florida no es nada nuevo: comenzó en los años 40 con los grandes terratenientes. En 1973, Miami eligió su primer alcalde hispano, Maurice Ferré, miembro de una de las familias puertorriqueñas más acaudaladas. La década de los 50 fue testigo de la llegada de trabajadores agrícolas, aunque muchos más arribaron en los años 70 para participar en programas de trabajo para trabajadores inmigrantes. Pero los expertos dicen que nunca han visto una reducción de esta magnitud en la clase media de la isla. La Asociación de Cirujanos de Puerto Rico afirma que sus documentos muestran la pérdida de 900 médicos al año en los últimos tres años. José Julián Alvarez, presidente de la Cámara de Comercio de Puerto Rico, dijo que la isla ha perdido al menos 55,000 empleos de manufactura en los últimos ocho años, después que la isla perdió jugosos subsidios federales a las empresas. Las estadísticas del Banco de Desarrollo Económico para Puerto Rico muestran que la fuerza laboral de 1.3 millones de personas se redujo en 47,000 personas el año pasado. Rafael Rivera Rosario, director de servicios de empleo del Departamento de Trabajo de Puerto Rico, dijo que el flujo de personas que se marcha en busca de trabajo es normal y que lo que los puertorriqueños sufren ahora es el resultado de la crisis mundial. Félix V. Matos-Rodríguez, coautor del estudio con Duany y secretario del Departamento de Familia de Puerto Rico, dice que el éxodo pudiera ser temporal, particularmente en momentos que llegan a la Florida para encontrar que el estado también pasa por una ola de despidos. La emigración es parte de la siquis puertorriqueña, dijo Matos, lo mismo que regresar al país después de varios años en el extranjero.
miércoles, 13 de agosto de 2008
blog comments powered by Disqus
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)