Diario de América Por George Chaya Sólo el 38 por ciento de los estadounidenses aprueba las politicas del Presidente Obama sobre el interrogatorio y enjuiciamiento de sospechosos de terrorismo y el 32 % aprueba su manejo del Dossier nuclear iraní. Mientras que en otra encuesta solicitada por el mismo partido Demócrata el 61.03 % piensa que la reputacion estadounidense en el mundo ha disminuido durante la gestion de Barack Hussein Obama. Esto es sorprendente para muchos dada la fama mundial que fluía del nuevo presidente después de que asumiera su cargo, mas aun si consideramos el prematuro galardón que el ha obtenido (el Premio Novel de la Paz ) Pero no causa sorpresa en aquellos que hemos prestando atención a sus acciones de gobierno desde que el inquilino de la Casa Blanca tomara las riendas de los Estados Unidos de América. La primera semana marzo, Jackson Diehl, editor jefe del Washington Post, indico que “había preguntado por separado a varios altos funcionarios de gobierno el nombre de un líder extranjero con el que Obama haya forjado una fuerte relación personal durante su primer año de mandato". Según escribió en su columna del 15 de marzo, Diehl indico, “nadie supo responderme con claridad", aunque algunos se han inclinado tímidamente en señalar al presidente francés, Nicolas Sarkozy, como el mas allegado al presidente en políticas transoceánicas. Desde luego que tales aseveraciones de los funcionarios demócratas son poco creíbles, cuando no falaces, pues es bien sabido y conforma un secreto a voces el desprecio del presidente francés por Barack Obama. Otra de las personas mencionadas por los demócratas allegados a Obama como buena amiga del presidente, es la señora canciller de Alemana, Angela Merkel, lo cual tampoco es cierto dada las buenas relaciones que Merkel ha manifestado para con el Estado de Israel. Lo realmente curioso es que los presidentes de EE.UU. han tenido tradicional e históricamente estrechas relaciones con los respectivos primeros ministros de Gran Bretaña. Pero ninguno de los funcionarios demócratas ha mencionado a Gordón Brown como buen amigo de Barack Obama y esto es comprensible en dirección al grado en que la administración Obama ha ofendido al principal aliado de los Estados Unidos reiteradamente. Pero el golpe más reciente a esta relación especialmente histórica, se produjo el 1 de marzo cuando el Secretario de Estado, Hillary Clinton, se reunió en Buenos Aires con la presidente argentina Cristina Fernández de Kirchner, una abierta aliada de Hugo Chávez y Hillary se ofreció para mediar en el reclamo del gobierno argentino sobre las Islas Malvinas. Es cierto que las Islas Malvinas son un controversial permanente de soberanía entre Argentina y Gran Bretaña, pero para el Primer Ministro Brown han sido una posesión británica desde 1833. La gente que vive allí son ciudadanos británicos todos los cuales hablan inglés, viven como ingleses y no quieren tener nada que ver con la Argentina y aunque a los argentinos les resulte antipático y dispongan del legítimo derecho de reclamo sobre las islas, esto es inevitablemente así para Gran Bretaña y la Unión Europea. Nada mas hay que recordar que cuando el régimen militar de Argentina invadió las Malvinas en 1982, el apoyo del régimen chileno a los ingleses fue menor, pero el del presidente Ronald Reagan fue crucial para los británicos y permitió que los ingleses ganaran esa guerra. De allí que las palabras del Secretario de Estado Hillary Clinton en su estancia en Buenos Aires fastidiaran sobremanera al aliado natural de Estados Unidos. Para ponerlo en términos más claros: Imagine el lector si “Gran Bretaña le dijera a Estados Unidos que debería negociar el Estatuto de Puerto Rico con Hugo Chávez". Es claro que el presidente Obama y su administración parece tener una animosidad especial hacia los británicos y eso no va a tener un buen fin. Pero no solo Gran Bretaña ha sido desairada por Obama, los gobiernos de Polonia y la República Checa se han sentido traicionados por la decisión de Barack Obama de desmantelar la defensa de misiles sin que Rusia o Irán le dieran nada a cambio, Honduras e Israel también pueden dar fe de que él es un aliado poco confiable y los hechos recientes lo demuestran. Lo concreto es que el Sr. Obama se aleja de los aliados historicos de EEUU. en un estéril esfuerzo que no lo llevara a ningún lugar, el ha estado tratando de apaciguar a los enemigos jurados de EE.UU., de Israel y de Occidente desde su paupérrimo discurso en la Universidad del Cairo y lo que se aprecia hasta ahora es que no ha contabilizado un solo éxito en tales esfuerzos. La paz nunca ha estado más lejana en Oriente Medio, ni siquiera como cuando George W. Bush fue presidente. Las relaciones con Israel y la Autoridad Palestina nunca han sido peor. Rusia no le ha dado nada a cambio del abandono de Obama del escudo de defensa antimisiles en Europa. No esta claro que Rusia y China apoyarán sanciones firmes a Irán dentro del Consejo de Seguridad de la ONU. Tampoco el apoyo de Siria al terrorismo de Hezbolá y Hamas ha disminuido pese a los esfuerzos por normalizar las relaciones diplomáticas de Obama enviando un nuevo embajador a Damasco y para mas, la dictadura militar Birmana se ha burlado de Obama profundizando sus vínculos con Corea del Norte en lo referente a tratados bilaterales para el desarrollo de capacidad nuclear. En otras palabras, por primera vez en mucho tiempo, un Presidente norteamericano no goza de la confianza de sus propios aliados ni es temido ni respetado por los enemigos de América. Mientras tanto, el presidente Obama continúa mas preocupado por un judío que construye una casa en Israel que por un musulmán que esta construyendo una bomba atómica en Teherán.
sábado, 3 de abril de 2010
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