Endi.com Jose A Delgado Hace tres décadas, Sonia María Sotomayor, la boricua designada ayer por el presidente Barack Obama como jueza del Tribunal Supremo de Estados Unidos, se proclamaba favorecedora de la independencia de Puerto Rico. En momentos en que terminaba su bachillerato en historia en la Universidad de Princeton, el 16 de abril de1976, Sotomayor suscribió un estudio en el que analizó la figura de Luis Muñoz Marín desde la perspectiva de una creyente en la independencia. Tres años después, en un trabajo que publicó en la revista de la Escuela de Derecho de la Universidad de Yale, Sotomayor hizo un análisis centrado en las posibilidades de que Puerto Rico pudiera retener derechos de propiedad sobre su zona marítima si se encaminaba hacia la estadidad. No se conoce, sin embargo, ninguna expresión de Sotomayor, como jueza, en torno al status político de Puerto Rico. "Lo que escribió hace 30 años tendrá un rol secundario en este proceso de confirmación", pronosticó hoy el director del Centro de Estudios Puertorriqueños del Hunter’s College de Nueva York, Edwin Meléndez, al señalar que "no es nada malo" que en su momento Sotomayor haya tenido una posición firme en torno al status de Puerto Rico. Dentro de la diáspora boricua, no es extraño que una persona plenamente integrada y leal a Estados Unidos pueda creer en la independencia o la soberanía política de Puerto Rico. "No me parece que haya una contradiccion entre las dos cosas. Una tiene que ver con una identidad personal y la otra con una identidad política. Un palestino nacido en el Reino Unido o en Canadá muy bien puede tener el deseo de ver un estado palestino soberano (de hecho, muchos lo piensan así), sin que ello signifique que sea menos británico o canadiense. Eso tampoco significa que ese ciudadano britanico de origen palestino vaya a militar por la independencia de Palestina, solamente por poseer una creencia personal", indicó José Raúl Perales, académico puertorriqueño del centro de estudios Woodrow Wilson, en Washington D.C.. Sotomayor alcanzó un puesto en la judicatura federal, por vez primera, en 1992, tras ser nombrada el año anterior por el entonces presidente George Bush, padre. Su candidatura fue llevada de la mano por el entonces poderoso senador demócrata por Nueva York Daniel Patrick Moynihan. En aquella ocasión, según una fuente política en Washington, el ex gobernador Luis A. Ferré, muy cercano al presidente Bush, le dio su respaldo. Lo mismo hizo el entonces gobernador Pedro Rosselló cuando el presidente Bill Clinton la designó en 1997 como jueza del Segundo Circuito de Apelaciones de Nueva York."Eso no la hace estadista", dijo la fuente política de Washington D.C., al insistir en que Sotomayor se ha ganado su nombre como una juez justa, moderada y centrada en los hechos. En su tésis de bachillerato de 1976 en Princeton, Sotomayor, quien cumple 55 años en junio, examinó la figura del arquitecto del actual status de Estado Libre Asociado. "No niego en esta tésis que reflejo mi propio prejuicio a favor de la independencia de Puerto Rico. Sin embargo, contrario a otros autores, no estudio a Luis Muñoz Marín desde la perspectiva de mi propia preferencia de status", indicó Sotomayor, en el análisis de 180 páginas que revivió el mismo día de su nombramiento el conservador The Wall Street Journal. En el artículo, Sotomayor también proclama su puertorriqueñidad. Para Sotomayor, los casos de Hawai y Alaska, eran entonces ejemplos de que la cultura de Puerto Rico quedaria "destruida" si se convirtiera en un estado. "Las experiencias de la destrucción cultural que provocó la estadidad en Alaska y Hawai han sido indicativas de la eventual pérdida de la cultura que sufriría Puerto Rico si se seleccionara la estadidad para la Isla. Bajo el status de Estado Libre Asociado, se ha deteriorado gradualmente el idioma español entre la población puertorriqueña y ha aumentado la americanización de la Isla", indicó Sotomayor, de acuerdo al diario estadounidense. No obstante, en otro artículo publicado en marzo de 1979 en el ‘Yale Law Journal’, "Statehood and the Equal Footing Doctrine: The Case for Puerto Rican Seabed Rights", Sotomayor defendió la posibilidad de que Puerto Rico, bajo la estadidad, pueda retener beneficios sobre derechos marítimos que no tienen los 50 estados. Por un lado, Sotomayor consideró que "en un futuro cercano, las negociaciones entre Puerto Rico y Estados Unidos probablemente explorarán la estadidad como alternativa al actual status de Estado Libre Asociado". Y mantuvo que consideraba necesario que bajo ese panorama se le concediera a Puerto Rico la oportunidad de mantener derechos de explotación de la zona marítima más allá de los límites que se le imponen a los estados de la Unión norteamericana. Su conclusión fue que para ello se requeriría voluntad política del Congreso. "La experiencia estadounidense con el colonialismo en la primera mitad del siglo ha dejado a Estados Unidos con responsabilidad sobre varias dependencias (territoriales) pequeñas y económicamente pobres. Algunas de ellas, como Puerto Rico, pueden ir en busca de la estadidad a menos que se les otorgue un mayor grado de gobierno propio. Acomodos entre el gobierno federal y un estado (federado) naciente como Puerto Rico, que incluyan, entre otras cosas, derechos marítimos, pueden ayudar al nuevo estado a superar sus problemas económicos. Este informe ha reflejado que para Puerto Rico la única objeción al otorgamiento de esos derechos es política, no legal. La cuestión es si los 50 estados estarían dispuestos a otorgarle a Puerto Rico derechos que no han obtenido o preservado para ellos", expresó Sotomayor. Fuentes cercanas a la Casa Blanca han comentado que no tienen forma de corroborar si en la conversación privada entre el presidente Obama y Sotomayor se llegaron a discutir las posiciones de la jueza boricua en torno a los asuntos jurídicos de las relaciones entre Washington y San Juan. Pero, al diario The Wall Street Journal un portavoz de la Casa Blanca le indicó que en el artículo del Yale Law Journal la jueza reflejó argumentos que representan su posición de no tomar bandos en el debate sobre las alternativas de status para Puerto Rico. Queda por verse si las expresiones de Sotomayor sobre la Isla, que datan de hace tres décadas, salen a relucir - aunque sea incidentalmente-, en el proceso de confirmación del Senado.
jueves, 28 de mayo de 2009
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