Endi.com José A. Delgado Ahora que revive en Washington el debate sobre el futuro político de Puerto Rico, quizá haya que adelantar el calendario a otoño. Esta semana, el comisionado residente en Washington, Pedro Pierluisi, presentará su proyecto de ley. Por lo que se conoce su contenido será más o menos así: ----Un proceso de dos consultas: la primera con la pregunta de si los electores de Puerto Rico quieren cambiar su actual status o no; la segunda, si se vota a favor del cambio de status, sería entre la estadidad, la independencia y la libre asociación. ----Podrán votar los nacidos en Puerto Rico – siempre y cuando sean ciudadanos de Estados Unidos-, aunque vivan fuera de la Isla. No podrán votar los hijos de los nacidos en la Isla, a menos que estén residiendo en Puerto Rico. ----Toda controversia sobre las consultas se dirimirá en los tribunales federales. Pierluisi confía en que esta vez le vaya mejor al Partido Nuevo Progresista (PNP), pues él es el representante electo de Puerto Rico en el Congreso, la legislación tiene el apoyo del gobernador Luis Fortuño y el presidente Barack Obama está comprometido con un proceso que encamine la solución al futuro político de Puerto Rico. Con el respaldo del presidente del Comité de Recursos Naturales de la Cámara de Representantes, el demócrata Nick Rahall (West Virginia), se da por descontado que la legislación será aprobada en comisión este verano, quizá en julio. Una de las interrogantes es cómo quedará la legislación después de que, como muchos prevén, se apruebe en comisión. En la pasada sesión legislativa, al proyecto 900 de Fortuño se le elminó la segunda consulta antes de ser aprobado en el Comité de Recursos Naturales. Con el temor que ha existido en sectores del Congreso a que cualquier proceso de status pueda interpretarse como una oferta de estadidad para Puerto Rico, es posible que la segunda consulta vuelva a quedar fuera. Entonces, todavía, habrá que esperar a ver qué decide el liderato de la Cámara baja federal. En la pasada sesión legislativa, el proyecto 900 de nunca se llevó a votación en el pleno de la Cámara baja porque la ‘speaker’ Nancy Pelosi determinó que no tenía suficiente consenso, en referencia a los grupos políticos en Puerto Rico y a su propio liderazgo demócrata. ¿Que pasará si los partidos de oposición en Puerto Rico no apoyan la legislación? ¿Y si los congresistas boricuas Nydia Velázquez y Luis Gutiérrez vuelven a tener objeciones, al igual que otros presidentes de comités legislativos? ¿No habrá entonces, otra vez, ausencia de "suficiente consenso"? En esta ocasión, Velázquez quizá tendrá un peso más importante, pues ha sumado a su resumé no sólo el ser presidenta de un comité (Pequeñas Empresas) y ser cercana a Pelosi, sino la posición de presidenta del Caucus Hispano del Congreso. En el legislativo estadounidense, además, pueden haber otros asuntos que requieran solución antes de que las dos cámaras (en el Senado se limitarán por el momento a espera a ver hasta donde llega la Cámara baja) se centren verdaderamente en el debate sobre el futuro político de Puerto Rico. Por un lado, sigue estancada en la Cámara baja federal el proyecto que le otorgaría un escaño con plenos derechos en ese cuerpo legislativo a Washington D.C.. Mientras ni siquiera ha comenzado formalmente el debate más importante para la comunidad hispana en Estados Unidos: el reclamo de una reforma abarcadora en las leyes de inmigración.
lunes, 18 de mayo de 2009
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