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viernes, 27 de junio de 2008

Una muerte anunciada?

Image and video hosting by TinyPic 25-Jun-2008 Jose A. Delgado Escribir el epitafio de un proyecto de ley en el Congreso siempre es una tarea arriesgada. Pero, poco a poco, la jefatura del Partido Nuevo Progresista (PNP), encabezada por Luis Fortuño, se reconcilia con la idea de que el proyecto 900, pese a haber sido aprobado en comisión en octubre pasado, quedó con tantas heridas que nunca pudo recuperar vuelo. Tanto Fortuño, candidato a Gobernador y actual comisionado residente en Washington, como Pedro Pierluisi, quien aspira a sustituirle, han aceptado esta semana que las posibilidades de que el proyecto 900 sea llevado a votación en la Cámara baja federal son mínimas. "Se ve bien difícil", dijo Fortuño hace unos días, en el tono con el cual se da por muerta una legislación, sin afirmarlo categóricamente. "Quedan seis semanas de trabajo y no se vislumbra movimiento", reconoció, igualmente, Pierluisi, tras reunirse hoy con influyentes demócratas del Congreso, entre ellos el senador demócrata Ken Salazar (Colorado), y los congresistas Xavier Becerra (California) y James Clyburn (Carolona del Sur). Salazar es el autor del proyecto 1936 del Senado que, a diferencia del 900 – que sugirió un referéndum territorio sí o no-, propuso un plebiscito entre cuatro alternativas: el actual status, la libre asociación, la independencia y la estadidad. Becerra es uno de los asistentes de la presidenta de la Cámara baja, Nancy Pelosi, y Clyburn es el portavoz adjunto de la mayoría demócrata. Los demócratas del Senado siempre indicaron que aguardarían por el resultado del proceso en la Cámara baja, donde el Comité de Recursos Naturales aprobó en octubre una versión enmendada del proyecto 900 que impulsaron juntos el congresista demócrata boricua José Serrano y el comisionado Fortuño. Pero, la legislación quedó estancada poco después de su aprobación, ante la oposición de algunos líderes demócratas, sobre todo Nydia Velázquez (Nueva York) y Luis Gutiérrez (Illinois). Pelosi dijo en 2007 que la nueva versión del proyecto 900, que eliminó la segunda consulta entre estadidad e independencia, no tenía consenso suficiente. Desde entonces, Gutiérrez y Velázquez – que respaldan la convocatoria en Puerto Rico a una Asamblea Constitucional de Status-, se han expresado más o menos confiados de que el proyecto había quedado sin vida. "La bola está en su cancha", dijo hace unas semanas Velázquez, apuntando hacia el congresista Serrano en un encuentro en uno de los pasillos del Capitolio con sus colegas boricuas. Y en momentos en que Serrano y el propio Pierluisi – después de tener otras reuniones en Washington hace varias semanas-, expresaban optimismo de que la legislación pudiera avanzar en el verano, la "speaker" Pelosi reafirmó – el 22 de mayo-, que no había suficiente consenso en torno a ese proyecto de ley entre los demócratas de la Cámara baja. Serrano todavía no se da por vencido. "Ya veremos", dijo ayer el congresista. Pero, pocos de los favorecedores del proyecto 900 comparten su optimismo. Y Fortuño ha hecho claro que no quiere que la medida se apruebe tan tarde en el juego, digamos en una sesión después de las elecciones de noviembre, que represente meramente un premio de consolación. Técnicamente la legislación seguirá pendiente hasta que cierren los trabajos de 2008. El Congreso iniciará el viernes un receso legislativo de 10 días. Retornará para unas tres semanas adicionales de trabajo, para entonces tomarse libre todo el mes de septiembre. Ya para entonces quedarán sólo otras tres o cuatro semanas de sesión antes de las elecciones de noviembre. Y después de unas elecciones, sólo trámites presupuestarios o medidas de emergencia suelen tener oportunidad de ser ratificados. ¿Se puede declarar oficialmente muerto el proyecto 900? Técnicamente no, pero el epitafio parece estar escrito. Sólo es cuestión de ordenar el entierro.