MAURICE A. FERRE Ex alcalde de Miami En 108 años (desde el fin de la Guerra Hispano-Americana) Puerto Rico ha sido un territorio de EEUU bajo los ''poderes plenarios del Congreso''. .En ese tiempo el Congreso no ha consultado al pueblo de Puerto Rico ni le ha ofrecido soluciones políticas alternas. En 1915, la Asamblea Legislativa de Puerto Rico pidió al Congreso que no le diera a Puerto Rico ciudadanía estadounidense sin previa consulta con elpueblo. El 3 de marzo de 1917 el Congreso, no obstante, unilateralmente y arbitrariamente les concedió la ciudadanía norteamericana a casi 1,500,000 puertorriqueños. En los 92 años de ciudadanía, muchos puertorriqueños han luchado y han muerto en todas las guerras norteamericanas, y proporcionalmente los puertorriqueños han recibido más condecoraciones militares por valentía en combate que en cualquiera de los 50 estados de la Unión. El Tribunal Supremo de EEUU complicó también la situación política de Puerto Rico con unos fallos llamados los casos insulares (1901-1922), que aún están en vigor. Los casos insulares, de hecho, expusieron que Puerto Rico es propiedad de, pero no parte de, EEUU; que Puerto Rico es una entidad extranjera (a EEUU) en una forma doméstica; y aún más insultante que, aunque ciudadanos estadounidenses, los puertorriqueños de la isla no tenían la protección plenaria de la Constitución de EEUU. Para colmo, el Tribunal Supremo elaboró una nueva definición de territorio: territorio no incorporado. Por primera vez en la historia de EEUU, un territorio nuevo, entonces con una población de más de un millón de ciudadanos estadounidenses (en 1917), no podría participar en el sistema de gobierno que regía sus vidas, ni en el ámbito presidencial ni en el congresional. En otras palabras, en la relación entre EEUU y Puerto Rico no ha existido el consentimiento de los gobernados por 108 años. Bajo cualquier definición, el territorio no incorporado de Puerto Rico es una colonia de EEUU. Una consideración dificultosa e importante es el tema de ''Puerto Rico como nación latinoamericana'', que por supuesto lo es. ¿Tiene esa realidad un conflicto con la ciudadanía estadounidense de los puertorriqueños? ¿Quién le pidió a EEUU que invadiera y ocupara Puerto Rico? ¿Quién le pidió al Congreso y al presidente Woodrow Wilson que les otorgaran la ciudadanía estadounidense a los puertorriqueños en 1917? Ahora hay cuatro millones de puertorriqueños en los 50 estados y cuatro millones en Puerto Rico. Los primeros se asimilarán, conjuntamente a los 100 millones de hispanos proyectados en EEUU para el 2040. Claro que el inglés es el idioma operante de EEUU. Claro que los ciudadanos del estado 51, Puerto Rico, tendrán que pagar impuestos federales. Pero, no obstante, si el 75% del pueblo de Puerto Rico (ciudadanos estadounidenses todos) votan por la estadidad, ¿no debería concedérsela el Congreso? Si el Congreso de EEUU negase la estadidad a Puerto Rico y si usted es de los que creyeron que la guerra en Irak era correcta (recordemos que el 70% de la opinión pública norteamericana al principio favorecía ese conflicto) y cree justificada la muerte de 3,500 norteamericanos (incluidos 68 puertorriqueños) en la guerra de Irak para ''llevarle la democracia al Medio Oriente'', como declaró el presidente Bush, ¿cómo le puede negar el Congreso democracia a Puerto Rico? Esos 68 ciudadanos estadounidenses de Puerto Rico que murieron en Irak no pudieron jamás votar a favor o en contra de su presidente (comandante en jefe) que los envió a esa guerra. Primero el presidente Clinton y luego el presidente George W. Bush formaron un comité interagencial (de 17) para recomendar una solución al estancado proceso del status político de Puerto Rico. Ese informe se entregó en diciembre del 2005 y se convirtió en en el proyecto de ley de la Cámara H.R. 900. Ya se han celebrado vistas públicas en el comité y en junio se formalizará el proyecto de ley en comité y se espera pase con mayoría por el pleno antes del receso de agosto de este año. Lo del Senado será, como siempre, más complejo para Puerto Rico. Pero en este el senador Mel Martínez, de Florida, que también es presidente del Partido Republicano nacional, apadrinará el Puerto Rico Democracy Act - 2007. En efecto, H.R. 900 hará por vez primera en 110 años (en el 2009) que los ciudadanos norteamericanos de Puerto Rico sean consultados en un plebiscito federal si están satisfechos con su condición política actual (status) o si prefieren un cambio político que dé un status no territorial a Puerto Rico. Creo que el cambio ganará el plebiscito. Hará falta otro proyecto de ley en un Congreso futuro y un nuevo presidente para definir las condiciones que se le ofrezcan a Puerto Rico para su independencia o su anexión como estado federado. Para entonces el tema se habrá convertido en tema de discusión nacional y afectará la campaña presidencial del 2012, incluida la Florida (donde residirán más de 3 millones de hispanos, entre ellos 750,000 puertorriqueños). La estadidad para Puerto Rico tendrá simpatizantes latinos en todos los estados. Los encuestadores en Puerto Rico predicen que en la actualidad, en una confrontación sólo entre la independencia y la estadidad, la estadidad ganaría por más del 70%. Para el 2012 la proporción sería más alta. Prepárense para el estado 51, Puerto Rico.
sábado, 3 de mayo de 2008
Puerto Rico: del limbo a la estadidad
Tags MAURICE A. FERRE, politica, politics, puerto rico, statehood, status, USA
Publicadas por R@S a la/s 3:54 p. m.
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