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jueves, 1 de mayo de 2008

Boricuas, decidan de una vez: seguir o procurar

Image and video hosting by TinyPic Por: Juan M. García Passalacqua Hace cinco días, el Partido Popular decidió su destino: ASOCIACION EN SOBERANIA. ¿Y ahora qué? El Americano contestará que quiere que le digamos antes del 31 de diciembre de 2009 si queremos "seguir en la presente condición y relación de territorio colonial", o si queremos "procurar un status no-territorial-no-colonial". Nada más. Una encuesta que tengo (y en que confían los poderes que son en Washington) dice que votaríamos 60% a 40% a favor de "procurar (incluyendo a 12% de los populares) otro status que no sea el ELA actual". Escojan. Yo escogí hace cincuenta años. ¿Cómo llegamos aquí? Ocurre treinta años después que siete boricuas de nosotros convencimos al presidente Jimmy Carter a emitir su Proclama Presidencial de Futuros Alternos el 25 de julio de 1978 para reabrir la cuestión colonial y proponernos cuatro futuros alternos. En 30 años, la cuestión ellos la han reducido a una pregunta sencilla entre sólo dos opciones, obligando a que alguien gane y evitando el tranque. Escojan. El 22 de abril de 2008 se radicó ante la Cámara de Representantes del 110mo. Congreso de Estados Unidos el Informe del Comité de Recursos Naturales sobre el Puerto Rico Democracy Act of 2007, recomendando que se apruebe el proyecto HR 900 con una sola enmienda, la de incluir sólo la alternativa entre sólo los futuros alternos de "seguir o procurar". Escojan ya. El Informe 110-597 es otro de los innumerables intentos que ha hecho en tres décadas El Americano de que entendamos lo que ellos entienden y proponen, también decidir ellos sobre ellos mismos. Las fallidas experiencias anteriores les han enseñado mucho. La nueva política que proponen es: Primero, darnos sólo esas dos opciones para obligarnos a que una de ellas tenga mayoría: Segundo, si optamos por procurar en vez de seguir, que seamos nosotros los que decidamos si convocamos a una Asamblea Constitucional de Status o celebramos un plebiscito sobre una sola opción para decidir sí o no, y procurar aprobación por su Congreso; Tercero, que tengan jurisdicción exclusiva los tribunales de Estados Unidos (para evitar otro embeleco como el de nuestro Tribunal Supremo en 1998 al permitir el voto por ninguna opción que impediría aquí que escojamos entre seguir o procurar"; Cuarto, asignar $5 millones para pagar los gastos del plebiscito entre dos, a celebrarse antes del 31 de diciembre de 2009. El Informe hace un largo recuento de seis etapas de nuestra historia política según la ven: I. Empieza por decir que sólo hay cuatro formas de status constitucionales: estados, un distrito federal capitolino, tribus indias, y territorios. Recuerda que su Tribunal Supremo desde 1901 decidió que podían gobernar territorios no-incorporados (se olvida que en 1922 ese mismo Tribunal Supremo decidió que la concesión de la ciudadanía estadounidense en 1917 no encaminaba a la Isla hacia su admisión como estado). Dice que ello llevó a un contentioso "sentimiento nacionalista" en Puerto Rico. Entiende que Luis Muñoz Marín, al que califica correctamente de nacionalista cultural, cambió de independentista a autonomista. Y concluye que el status territorial presente "nunca ha satisfecho a los líderes puertorriqueños", porque Muñoz admitió que la Ley 600 del 81mo. Congreso no terminaba la "autoridad plena del Congreso sobre Puerto Rico". Aclara que el Estado Libre Asociado no es, una forma de libre asociación, y le echa la culpa de la confusión a haber escogido la palabra commonwealth en inglés. II. Aclara que en el caso de Harris v. Rosario (1980), el Tribunal Supremo de ellos decidió que la Cláusula Territorial de la Constitución de ellos se sigue aplicando a Puerto Rico, y que en el caso de Rodríguez v. Popular Democratic Party decidió en 1982 que las leyes de Estados Unidos son "la ley suprema en el territorio". Todo eso "obscurece y distrae", concluye. No existe pacto ninguno, aclara, diciendo que declaraciones de diplomáticos en Naciones Unidas en el 1953 no están por encima de la Constitución y las leyes del Congreso. A pesar de la Resolución 748 de la ONU, la Cláusula Territorial sigue siendo aplicable a Puerto Rico. Claro. III. Entra entonces a relatar lo ocurrido en el Congreso de ellos a partir de 1959. Cita la decisión de John F. Kennedy de 1962 de que el ELA podía desarrollarse y ser permanente, pero recuerda que el Congreso se negó en 1963 a aprobar un Pacto de Unión Permanente. Cita los esfuerzos para mandatar un plebiscito entre 1964-1966 de la Comisión de Status y el resultado de que en 1967 mejorar el ELA ganó un plebiscito por 60% (esconde el Informe Oficial de la licenciada Annie Gutiérrez del Departamento de Justicia que le hizo a petición mía al presidente Jimmy Carter, de que en ese plebiscito había habido traqueteo –hanky panky en inglés– de las agencias de Inteligencia de ellos —y del cual existen copias allá y acá). Inserta el papel de la Cuba castrista desde 1965 en favor de la independencia. IV. Se centra en 1988 cuando el presidente George W. Bush le pidió al Congreso en su primer Mensaje de Estado que aprobase legislación sobre el status de Puerto Rico. Relata su fracaso ante la diferencia entre el Senado y la Cámara de ellos entre 1989-1990 de qué alternativas ofrecer. Recuerda el esfuerzo de William J. Clinton en 1994 de revivir el asunto. Incluye el esfuerzo de un Comité de su Congreso en 1996 proponiendo dos referéndums, que también murió. Revive el esfuerzo del congresista Don Young en 1997, que también murió en su Senado. Y cita la decisión del electorado boricua en 1998 de votar a favor de ninguna opción. V. Llega a su esencia, citando uno anterior del mismo Comité sobre los resultados del plebiscito (106-A) condenado el innoble plebiscito de autonegación de 1998. Recuerda los esfuerzos del presidente Bill Clinton a partir del 2000 para revivir el asunto creando el Presidential Task Force on the Status of Puerto Rico, que sigue en operación 8 años después, extendido por el presidente George W. Bush y su Informe del 22 de diciembre de 2005. Concluye este Informe de 2008 de la Cámara de Representantes que "ciento diez años después de que Puerto Rico fue obtenido de España los 3.9 millones de ciudadanos todavía tienen una condición política irresuelta". Resume los esfuerzos en los Congresos 105to., 106to., y 109no., todos fallidos. Y propone a este 110mo. Congreso que mandate un solo plebiscito para que votemos antes del 31 de diciembre de 2009 sobre la única y sola cuestión —o seguir con el ELA o procurar otro status. Ya Washington encuestó, y sabe que procuraremos –otra cosa.

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